Christian Brückner, el presunto autor del secuestro y la muerte de Madeleine McCann en el Algarve portugués en 2007, aseguró a un amigo en 2017, al cumplirse diez años de la desaparición de la niña, que el "sabía todo lo que la había pasado". Esta pista ha sido clave para reabrir la investigación y centrar por fin a un sospechoso creíble, tras las idas y vueltas del caso, en el que se llegó a sospechar de los padres de la pequeña como responsables de su muerte.

Christian Brückner estuvo en prisión en Portugal en dos ocasiones antes de la desaparición de la menor, por delitos de hurtos. Según publica el semanario luso "Expresso", el nuevo sospechoso estuvo entre marzo y diciembre de 2006 en la cárcel de Portimão, en el Algarve, por robo de combustible y abandonó la prisión cinco meses antes de la desaparición de Madeleine. Antes, en 1999, ya había cumplido otros dos meses en prisión en Portugal, en la cárcel de Évora, por "pequeños hurtos".

El alemán abandonó el país en 2007, el año de la desaparición de la niña británica, pero regresó nueve años después, cuando volvió a ser detenido para ser extraditado a Alemania para cumplir pena por un delito de abuso sexual a un menor, según el semanario luso.

Las autoridades británicas, portuguesas y alemanas anunciaron el pasado miércoles que el "caso Maddie" contaba con un nuevo sospechoso, un alemán de 43 años que vivió en el Algarve entre 1995 y 2007 y que se encuentra cumpliendo pena de prisión en Alemania por otro delito. Concretamente, Brückner está encerrado en la cárcel de Kiel.

La identificación del sospechoso ha relanzado el caso 13 años después de la desaparición de Madeleine, a la que la Fiscalía de la ciudad alemana de Brunswick da por muerta. El caso ha devuelto la atención a Praia da Luz, la zona del Algarve donde se encuentra el apartamento turístico en el que Madeleine veraneaba con sus padres cuando desapareció a la edad de 3 años.

Según la Fiscalía portuguesa, "el proceso se encuentra en investigación, con diligencias en curso, principalmente indagación de testigos".

Madeleine McCann desapareció la noche del 3 de mayo de 2007 de la habitación en la que dormía con sus hermanos Amelie y Sean, apenas bebés, en el apartamento de Praia da Luz en el que pasaba las vacaciones. Sus padres, Kate y Gerry McCann, cenaban con unos amigos en un restaurante cercano y aseguraron a la Policía que se turnaban para vigilar que sus respectivos hijos dormían. En una de esas visitas, se descubrió que Maddie ya no estaba.

Hasta ahora las dos grandes teorías sobre la desaparición, que llegaron a enfrentar a la Policía portuguesa y la británica, apuntaban al entorno de la menor o a la acción de un grupo pedófilo internacional que la hubiera raptado.

El caso ha dado un giro inesperado y ahora se cree que la menor fue asesinada por Brückner, quien confesó en chat que quería "salir a cazar algo pequeño y utilizarlo durante varios días". La persona con la que estaba chateando le dijo que eso podía ser peligroso, a lo que Brückner respondió que siempre se podían esconder las pruebas.

El día que desapareció Madeleine, Brückner estaba en Praia da Luz. Lo prueba una llamada que hizo con su teléfono a un ciudadano portugués llamado Diego Silva, al que ahora están buscando, una hora antes de la desaparición de la niña.

Brückner nació en Baviera en 1977 y creció en centros de menores. Con 15 años ya fue detenido por robos y coerción; con 17 fue condenado por abusar de un niño. En 1995, con 18, puso tierra de por medio y se instaló en Portugal, donde siguió dando problemas. Huyó en 2007 de Portugal, pero no sin antes asaltar y violar a una mujer mayor, y también secuestrar y asesinar a Madeleine, según sospechan las policías alemana, británica y portuguesa.

Además, a Brückner le investigan en relación a la desaparición de una niña de 5 años, Inga, ocurrida en Sajonia Anhalt en 2015, durante una excursión familiar.