Al menos dos personas han muerto y otras 74 han resultado heridas la potente explosión registrada en una fábrica de fuegos artificiales en la localidad turca de Hendek, a180 kilómetros al sur de Estambul.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, mostró en público su pesar: "Espero que no tengamos malas noticias sobre quienes están aún dentro". 189 personas se encontraban en la fábrica en el momento de la explosión. La detonación fue tan potente que pudo escucharse a 30 kilómetros de distancia.