El juzgado de guardia de Grado dictó en la mañana de ayer una orden de prisión provisional, comunicada y sin fianza para uno de los tres detenidos por una reyerta y un posterior enfrentamiento con agentes de la Guardia Civil en la villa moscona noche del sábado. El juez ha decretado también libertad provisional para otros dos implicados en los hechos.

El origen de todo este asunto está en la noche del sábado. Fue entonces cuando varios agentes de la Guardia Civil trataron de sofocar una pelea entre dos familias de etnia gitana desatada en el centro de Grado. Si bien, contra lo esperado, lejos de poder calmar los ánimos, los agentes acabaron siendo agredidos.

Varios de los implicados se enfrentaron con los guardias civiles. Una mujer corrió detrás de varios de ellos armada con una muleta, que finalmente le pudieron arrebatar. Aún hubo más. Con violencia, los implicados llegaron a arrebatarle la defensa a uno de los guardias. Con ella golpearon a varios de los agentes. Uno de ellos llegó a ser apaleado en el suelo.

El incidente se saldó con cinco detenidos. Tres de ellos pasaron ayer a disposición judicial. El juez de guardia de la villa moscona decretó prisión provisional para uno de ellos y estaba previsto que a lo largo del día de ayer fuese trasladado por la Benemérita al Centro Penitenciario de Asturias. Los otros dos detenidos quedan en libertad provisional y siguen unidos a las diligencias abiertas.

Las agresiones provocaron que tres guardias civiles sufrieran lesiones de diversa consideración, según confirmó la Comandancia de la Guardia Civil de Oviedo, por lo que a los tres se les imputan delitos contra el orden público, resistencia, desobediencia y atentado contra agente de la autoridad. A uno de ellos se le añade un delito de lesiones a un vecino de Grado, hecho por el que presuntamente comenzó la trifulca entre las familias que acabó con los agentes agredidos.