Le acusaban de intentar atropellar a una agente de la Guardia Civil en el aparcamiento del club de alterne Model's, y el Juzgado de lo penal número 3 de Oviedo le impuso una condena de cuatro años y tres meses de prisión, más otros tres años y tres meses por atentado, y otro año por conducción temeraria. Sin embargo, la sección segunda de la Audiencia Provincial de Asturias considera ahora que el conductor, A. G. R., defendido por Carlos Hernández Fierro, no intentó atropellar a nadie, sino que simplemente cometió un delito de desobediencia, al no cumplir la orden de los agentes de detener el vehículo, por lo que anula el fallo en lo que se refiere al delito de atentado y le impone tres meses de cárcel por resistencia a la autoridad, a lo que hay que sumar la condena de un año por conducción temeraria.

La sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada María Luisa Barrio, entiende que si bien la integridad de una agente de la Guardia Civil se vio en peligro por la conducta desplegada por el acusado cuando trató de huir, también es cierto que esta pudo apartarse del automóvil sin dificultad alguna, que no resultó lesionada, que fue después cuando el condenado aceleró bruscamente y que "no existió un acto claro de acometimiento".