La agente de la Policía Nacional que sorprendió a la "viuda negra" de Alicante, Conchi Martín, y su supuesto cómplice, Francisco Sánchez, declaró que los acusados seguían atacando a la víctima cuando ella llegó al lugar de los hechos. "La víctima estaba en el suelo, el hombre dio su última acometida y la mujer le agarraba la cabeza", manifestó esta agente que estaba haciendo deporte cuando observó cómo se perpetraba el crimen. La mujer prestó declaración como testigo ante un jurado popular en la Audiencia de Alicante, en el juicio que determinará si Martín, conocida como Conchi, asesinó a su marido veinte días después de su boda con ayuda de su cuidador.

Los acusados se enfrentan a 30 y 28 años de prisión. Los hechos se remontan al 22 de agosto de 2018, cuando, sobre las diez de la noche, según el relato de la agente, estaba con un amigo por una carretera cercana a la escena del crimen y al asomarse por la barandilla vio "a una persona chillando y otra acometiéndola". "La víctima daba pasos hacia atrás, se trastabilló y cayó", momento en que la "viuda negra" le agarró de la cabeza, mientras su cómplice le atacaba.

La testigo aseguró que decidió intervenir por "los movimientos de la mano" del atacante. Además, escuchó "gritos desgarradores de dolor y mucho miedo". "Cogí al hombre, lo enganché por un hombro y lo aparté de la víctima", prosiguió, "y vi que llevaba un destornillador en la mano". Entonces, le gritó: "¡Lo habéis matado!", y según su versión, Conchi, que continuaba junto al cuerpo de su marido, empezó a contarle que "era un borracho y que dos negros le habían pegado una paliza". La mujer "estuvo erguida y caminando", algo extraño en alguien que se hacía pasar por parapléjica. Los acusados no dejaron de decir cosas "incongruentes", como que ella tenía una lesión en la espalda y él iba a morir de cáncer.