Agentes de la Guardia Civil de Gijón detuvieron a una mujer como supuesta autora de un delito de robo con fuerza y otro de estafa continuada. Los hechos fueron denunciados ante la Guardia Civil el pasado 16 de julio. En la denuncia, se comunicaba la falta de una cantidad cuantiosa de dinero de una de las cuentas bancarias de la víctima, dinero que había sido retirado con una tarjeta que estaba en su poder, es decir, que ni la había perdido ni se la habían sustraído.

Tras meses de investigaciones, se constató la utilización de dicha tarjeta para las extracciones, que habían sido llevadas a cabo desde el cajero más próximo al domicilio del denunciante. Las imágenes obtenidas de las cámaras de seguridad cercanas al cajero y al domicilio de la víctima, pusieron a los agentes tras la pista de la persona detenida, que resultó ser una extrabajadora suya.

Esta persona había sido contratada, en el año 2018, para realizar labores domésticas y de acompañamiento del denunciante y su mujer, ambos mayores y con problemas de salud graves, y finalizó su contrato en octubre del año 2019.

Se hizo con unas llaves del domicilio, con las cuales accedía a la vivienda de madrugada, cuando sabía que sus jefes dormían. Conocedora como era de dónde estaban todos los efectos, se hacía con la tarjeta, para luego trasladarse al cajero, realizar la extracción, regresar y dejarla de nuevo en su sitio, sin despertar las sospechas de sus titulares, ya que era una cuenta que no utilizaban habitualmente.

La detenida realizó un total de 31 extracciones a lo largo de más de un año, por un importe de 9.851,50 euros, sin que sus propietarios se percatasen hasta el pasado julio. El 9 de noviembre fue detenida O. L. G. M, de 47 años y vecina de Oviedo. Ya fue detenida en el año 2017, en Llanes, por varios hurtos en una residencia de ancianos donde trabajaba, en la que también se aprovechó del estado de las víctimas. Las actuaciones las dirige un juzgado de instrucción de guardia de Oviedo.