La Guardia Civil ha detenido a una persona por un supuesto delito ecológico en el vertedero ilegal de Son Güells, en Palma. Por lo visto, el arrestado forma parte de un grupo que cobraba por gestionar los residuos de manera ilegal y depositarlos sin control.

La investigación está siendo llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y no se descarta que haya nuevas detenciones en las próximas horas.

Según ha explicado la Guardia Civil, a finales del pasado año, el Ayuntamiento de Palma solicitó la colaboración del Seprona con el fin de averiguar la identidad de los responsables del vertido de todo tipo de residuos en una finca próxima al Estadi Balear.

A raíz de esta petición, los agentes abrieron la operación 'Stercus', en la que tras varios meses de investigación, se observó como los ahora detenidos cobraban por gestionar los residuos de manera ilegal y sin ningún tipo de autorización y control.

Igualmente se comprobó como empresas y particulares han utilizado este punto para deshacerse de todo tipo de residuos por un precio menor al que lo harían en un punto autorizado. Además, parte de los residuos han acabado en una empresa de reciclaje de manera fraudulenta.

Entre las gestiones llevadas a cabo por agentes del Seprona se encuentra la solicitud de un informe preliminar a la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio, sobre la posible contaminación que pudiera ocasionar los vertidos que había en la finca. En el informe, Medio Ambiente concluyó que los residuos podían suponer un riesgo para la salud de las personas y el medio Ambiente.

Ese viernes se han registrado las instalaciones, examinado los residuos y se ha tomado muestras del terreno. Los guardias civiles han comprobado la gran cantidad de residuos almacenados, muchos de ellos catalogados como peligrosos para el medio ambiente, como son los vehículos abandonados sin descontaminar, gran cantidad de neveras y aparatos eléctricos, maderas tratadas y vidrieras de todo tipo.

Con la colaboración del Instituto Geológico y Minero se ha iniciado un estudio sobre la posible contaminación de aguas subterráneas. Además por parte del Servei de Residus i Sols Contaminats, se tomaron muestras del terreno y junto al Seprona han inspeccionado centros gestores de residuos y empresas productoras de residuos. Igualmente se ha contado con la colaboración de un técnico de Emaya.