Condena

Rebajan en Castellón la pena a una madre que golpeaba a sus hijos y les ponía cucharas hirviendo en los genitales

La condenada usaba a los menores como ‘camellos’ y tenía sexo ante ellos con varios hombres

Rebajan la pena a una madre que golpeaba a sus hijos y les ponían cucharas hirviendo en los genitales.

Rebajan la pena a una madre que golpeaba a sus hijos y les ponían cucharas hirviendo en los genitales. / Redacción

Nuria B. Bigné

El Tribunal Supremo ha dado luz verde a la rebaja de la condena de una madre de Castellón que hizo vivir a sus tres de sus cinco hijos, menores de edad, un auténtico infierno durante años. La Audiencia Provincial le impuso a la progenitora 21 años de prisión por maltratar y humillar a sus vástagos, mostrarles pornografía, tener sexo con hombres delante de ellos e, incluso, permitir que los violaran. 

Tras la notificación, la defensa recurrió el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia, que rebajó esa condena hasta los 13 años de cárcel, estimando reducciones para los delitos de agresiones sexuales continuadas y lesiones de grave enfermedad psíquica. Ahora, el Supremo ha avalado esa rebaja de 21 a 13 años para la condenada.

Los hechos que enjuició el tribunal castellonense en diciembre del 2022 fueron de los más graves de los últimos años en la provincia y dibujaron en el juicio oral un clima de lo más sórdido y cruel. Y es que los tres niños mayores, que tenían 10, nueve y siete años, iban a recoger droga y jeringuillas para sus padres, que consumían heroína y cocaína a diario.

Les golpeaban con palos y les ponían cucharas hirviendo en los genitales

Como declaró probado la Audiencia, los tres hijos mayores "eran agredidos físicamente y con crueldad por su madre de forma continuada, tirándoles del pelo, arrastrándoles por el suelo, golpeándoles incluso con objetos tales como palos, cinturones, hebillas, hierros, llegando en una ocasión a poner una cuchara de cocina hirviendo en la zona genital de uno de ellos". Los dos niños más pequeños, de 2 y 4 años, presenciaban estos hechos, aunque no los sufrían en sus propias carnes, según la sentencia.

La madre y principal condenada y el padre, que entraba y salía de prisión, "mantenían relaciones sexuales delante de sus hijos". Ella también mantuvo sexo en presencia de sus hijos con otros hombres y, asimismo, resultaba frecuente el visionado de películas de contenido pornográfico.

La niña mayor también "fue objeto de conductas sexuales, de abusos y agresiones de dicha naturaleza, tanto por parte de un familiar como de una de las parejas de la madre". Sucedió cuando la víctima tenía entre seis y siete años.

Los menores acabaron ingresando en un centro de acogida en el transcurso del año 2014, aunque desde 2007 había activado un protocolo de desprotección.