Transcurría el año 1975 cuando después de 40 años de dictadura de Francisco Franco, a la muerte de éste el 20 de noviembre de ese año, se abre un proceso de transición para desembocar en una monarquía parlamentaria. Cantos de libertad sonaban por aquellos tiempos que visualizaban el cambio que debería ocurrir una vez muerto Franco; versos que decían: "De tu santa siesta / ahora te despiertan / versos de poeta", de "Mi querida España", de Cecilia.
El 6 de diciembre es nuestro aniversario porque es la fecha en la que culmina el proceso de transición y de aprobación mediante referéndum de nuestra Constitución. Todo ello fue posible gracias a la gran responsabilidad de ciudadanos y políticos que cedieron todos parte de sus ideas para que ello fuese una realidad: los que creían en solo Estado permitieron las comunidades, los republicanos aceptaron la monarquía, etcétera. Y todo ello fue aprobado con más de un 87% de los votos.
El 15 de junio de 1977 se realizan las primeras elecciones democráticas, de las que surge un grupo de personas conocidos como padres de la constitución, que eran Gabriel Cisneros (UCD), Manuel Fraga (AP), Miguel Herrero Rodríguez de Miñón (UCD), Jordi Solé Tura (PSUC), José Pedro Pérez-Llorca (UCD), Miquel Roca i Junyent (Pacte Per Cataluña), Gregorio Peces Barba (PSOE), de los que Rodríguez de Miñón, Pérez-Lorca y Roca son los tres que aún viven.
La Constitución es el libro que hace posible que un país conviva de forma más o menos organizada y es la norma del ordenamiento jurídico, y de ésta derivan todas las demás. Se designa asimismo como norma suprema.
En el título preliminar se define a España como Estado social y democrático de Derecho y propugna como valores superiores del ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político. Establece la monarquía parlamentaria como forma política del Estado y, en virtud del carácter democrático de la Constitución, recuerda que la soberanía nacional reside en el pueblo español.
La Constitución Española no es el libro sagrado, cerrado y en el que no se pueda participar sino todo lo contrario, es y tiene que ser un libro vivo en el que se puedan introducir cambios pues es anterior a muchos cambios de nuestra historia. Una de las reformas incumbiría a la Corona, pues no cumple la igualdad entre hombres y mujeres; parece que todo el mundo está de acuerdo en reformar el Senado, pero nadie sabe cómo; las relaciones con la CEE, las comunidades autónomas, etcétera y todo ello se puede realizar sin miedo. Pero eso sí, con el talante y el espíritu de 1978.
Por ello, el 6 de diciembre es nuestro aniversario, que no debemos nunca de olvidar, pues 40 años no es nada. Constituciones muchísimo más antiguas que la nuestra funcionan y están vivas, reformando y actualizando su contenido pero con el espíritu conciliador que debe de primar en ellas.
Y por eso repito que el 6 de diciembre es nuestro aniversario, y no uno cualquiera, sino el 40º. aniversario de nuestra Carta Magna. Aquí, en nuestra ciudad, los constitucionalistas convencidos estamos desilusionados pues este día no tenemos ningún acto que realizar ni nada que celebrar, pasará como un día de fiesta, un día no laborable que servirá por ser jueves para hacer un buen puente en el trabajo. Para eso ha quedado la fecha más importante de nuestra reciente historia, para que el Ayuntamiento de Avilés deje sin acto alguno el día que muchos como yo pudimos, por corto margen de edad, ejercitar nuestro derecho y apoyamos con gran ilusión la aprobación de la Constitución Española. Sí, yo fui de los del 87,78% que ese día estábamos contentos por el resultado de una norma para el funcionamiento de un estado democrático después de 40 años de dictadura.
Por mi parte, fue presentada en el mes de mayo una moción para que el Ayuntamiento de Avilés participara de actos que se realizan en España y que organizase los actos propios para nuestro municipio, saliendo aprobada la moción; y en este último mes de noviembre, viendo que se acercaba la fecha correspondiente, sin noticias de celebración alguna, presenté una pregunta sobre actos a celebrar el 6 de diciembre en Avilés, siendo la respuesta de lo más esquiva, sin referirse a lo preguntado. Por eso creemos que la dejadez y el poco cariño mostrado hacia nuestro aniversario no se puede pasar por alto. Un ayuntamiento democrático como el nuestro y la cantidad de miles de personas que quieren rememorar tal fecha nos merecíamos más respeto que el mostrado por el gobierno de nuestro Ayuntamiento.
En estos tiempos que tanto se habla de la memoria histórica, qué frágil es para los temas realmente importantes; queremos un país democrático y que no vuelvan viejos tiempos que no queremos recordar. Por eso yo grito: ¡el 6 de diciembre es nuestro aniversario!
