Coincidí con Manuel Ponga Santamarta siendo él Alcalde de Avilés y yo un humilde concejal de una oposición por entonces testimonial. La mayoría absoluta del PSOE nos hacía casi irrelevantes en el gobierno del que entonces era el municipio más contaminado de Europa.

Manuel Ponga venía de los movimientos católicos de Gijón-Juventud del Carmelo, lo que se notaba en su trato educado cortés y tolerante. Mis relaciones con él fueron amigables por más que también discrepantes en algunos aspectos políticos.

Su gran obsesión fue el medio ambiente. Ponga quería purificar el aire, acabar con la contaminación que entonces asolaba el municipio. Así, fruto de ese empeño tomó medidas extraordinarias como el famoso "cinturón verde" de Valliniello, algo inédito en la España de entonces.

Otros de sus logros fueron los seis parques en otros tantos barrios; las dos corporaciones presididas por Manuel Ponga "plantaron" en Avilés las zonas verdes de Versalles, La Luz, El Pozón, La Magdalena, el Carbayedo y La Carriona. Y a Manuel Ponga debe Avilés la recuperación de lo que es hoy el Palacio Valdés; fue él quien dio los primeros pasos para reabrirlo.

Ahora que se ha ido, quiero enviar mis condolencias a su esposa, Juana María Esparza, y a toda su familia.