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Sapos

El respeto a la Constitución que deben los gobiernos

El sufragio de la ciudadanía en los comicios generales del pasado 10-N posibilitó la formación del actual Gobierno de nuestro país. Concretamente, las formaciones que apoyaron la investidura del señor Sánchez, bien con el apoyo o bien con la abstención, obtuvieron 10.985.442 votos y los partidos que la rechazaron 11.375.702.

La traducción a escaños en virtud de la injusta ley electoral vigente, nos ha traído un multitudinario gobierno que debería volcarse en la positiva esencia de la izquierda, implantar, dentro de lo posible para nuestra economía, medidas sociales que ayuden a los mas necesitados. Eso es progresismo, no los bufónidos que, casi a diario, nos obliga a digerir a los ciudadanos el actual ejecutivo.

Cuando escribo este texto se cumplen 25 años del asesinato de Gregorio Ordóñez. ¿Recuerdan como un tipo sanguinario de mote Txapote le descerrajó un tiro en la nunca cuando almorzaba con María San Gil y Enrique Villar en el restaurante "La Cepa" de la parte vieja de San Sebastián? La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, a propuesta del grupo de Ciudadanos en la Eurocámara, acaba de acordar recientemente el envío a Vascongadas de una misión de investigación para recabar información sobre los 379 crímenes de la banda terrorista ETA aún sin resolver. El PSOE y los socialistas europeos votaron en contra de la propuesta. Un posicionamiento que se produjo al día siguiente de que los socialistas pactasen el presupuesto de Navarra con Bildu y, por supuesto, tras el apoyo de los bildutarras a la investidura de Pedro Sánchez.

¿Cómo digerir esto? ¿Cómo digerir que el PSE-PSOE firme en el Ayuntamiento de Bilbao una moción de PNV y Bildu pera apoyar el acercamiento de los presos? Múgica, Pagaza, Casas, Lluch ? ¿cómo son capaces de olvidarse de ellos? ¿Cómo hacer la digestión de la marcha que los socios morados del Gobierno encabezaron en la capital vizcaína junto a ERC y Bildu exigiendo el fin de la política de dispersión? Muy triste e indignante porque los asesinos podrán acercarse a su casa, pero los asesinados jamás podrán hacerlo.

El presidente del gobierno un día dice una cosa y al día siguiente lo contrario en forma de sapo. En campaña electoral prometió la elaboración de una ley que impidiese los referéndums de autodeterminación en todo el territorio español.

Ahora se plantea incidir en el Código Penal para rebajar la penas por sedición, el delito por el que fueron condenados los líderes del "procés". ¿Y cómo se puede ser tan chancleta como para pensar reunirse con un presidente de la Generalitat inhabilitado por el Tribunal Supremo? La relación con el apoyo en la investidura del grupo del irónico y teatral Gabriel Rufián es evidente.

Mientras que la mayoría de los medios de comunicación dan escasa cobertura a noticias como la multitudinaria manifestación en Orihuela reivindicando el derecho de elegir lengua vehicular en las aulas valencianas o el escándalo de la prostitución de menores tuteladas en Mallorca, varios ministros nos sirven batracios importantes. Mientras uno anda de madrugada por Barajas y da varias explicaciones de su actividad en el aeropuerto, otro opinaba en las redes sociales antes de pisar moqueta que los aviones de la OTAN eran aviones terroristas e Isabel Celaá, con su look de severa institutriz victoriana, desde el Ministerio de Educación cuestiona la libertad de enseñanza y sin inmutarse lo mas mínimo declara: "los hijos no pertenecen a los padres". Nunca fui partidario de castigar a los alumnos con copias repetitivas de una frase o párrafo, pero si estuviera en mi mano tendría la tentación de mandarle unas mil veces a la señora Celaá la copia del artículo 26.3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos: "Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos".

El pasado 12 de enero, millares de españoles nos concentramos delante de los ayuntamientos de toda la nación pidiendo al Gobierno respeto a nuestra Constitución de 1978. Fue un bonito día, con la participación de personas de todo el espectro político. Ojalá que aquella mañana soleada tan preciosa haya sido el presagio de que el cielo, a pesar de Sánchez y su banda, está con España.

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