Nacido en San Juan de la Arena en 1979, su trabajo le llevó a Lima hace ya casi dos décadas. Es el gerente técnico en la empresa Transvial Lima SAC, con la que la Empresa Municipal de Transportes de Madrid tiene un contrato de asistencia técnica. Como dato curioso, es el primer expatriado de la empresa madrileña y, de momento, el único en más de 60 años de historia. En Lima fue donde decidió llevar al asfalto su afición por el motor. El protagonista de estas líneas se llama Sergio Martínez, que desde pequeño se sintió atraído por los coches. "La afición empezó desde muy temprano, cuando desde muy pequeño ya conocía muchas marcas de coches e incluso los distinguía por su sonido", señala.
De todos los vehículos que tuvo en su vida, hay uno del que guarda muy buen recuerdo. "Es un artilugio que me fabricó a mano mi padre con unos rodamientos de acero por ruedas, donde la dirección era con los pies y tenía un freno a las ruedas traseras a través de una palanca, similar a lo que es un freno de mano a día de hoy, con el que disfrutaba mucho tirándome por las pendientes del lugar", explica.
Estaba claro que la vida de Sergio, de alguna manera, iba a girar alrededor de las ruedas. Por eso, esa afición se agrandó cuando "empecé a asistir a rallies, a campeonatos de la F-1", comenta. Algo que combinaba con incursiones a circuitos con moto o kart para probarse. Eso sí, como aficionado hasta que decidió dar el salto a la competición oficial. "Fue este año, quería quitarme las ganas que siempre tuve de participar en un campeonato dentro del mundo del motor y sobre todo medirme con otros contrincantes en las mismas circunstancias y con la misma máquina, porque hoy en día, como lo vemos en la F-1, los vehículos pueden marcar las diferencias y no el piloto", indica.
Así, este año, por primera vez, saltó al asfalto. Al de verdad, al de competición, y empezó a correr una copa monomarca en Perú denominada VW Gol R Cup (modelo similar a un Polo en España). "El nivel de preparación es básico para no encarecer mucho los costes, pero el resultado es un vehículo de 850 kg con unos 110 CV, que lo hacen muy divertido sobre todo en circuitos revirados con pequeñas rectas, donde se aprecia menos la falta de potencia, y que me recuerda mucho a las carreteras asturianas", sostiene.
El campeonato consta de nueve pruebas que se disputan en dos circuitos: uno cerca de Lima llamado La Chutana y otro en la ciudad de Tacna. De las nueve carreras, ocho son en La Chutana y, para que no sea siempre lo mismo, se cambia el sentido de giro. Además, existe otro campeonato denominado el Gran Nacional, que consta de dos pruebas, una en el circuito de Tacna y otra en La Chutana. Cada carrera consta de dos mangas, la primera a 15 vueltas y la segunda a 25. Y tiene una particularidad: "Si ganas la primera, sales último en la segunda, lo que lo hace más divertido. Al igual que si vas ganando carreras incorporan más peso al vehículo para tratar de hacerlos más competitivos y equiparar a los peores pilotos con los mejores", dice. Hasta el momento, se han celebrado ocho carreras, siendo la última el próximo 16 de diciembre. En la actualidad, Sergio marcha primero del campeonato a 10 puntos del segundo.
Entre los logros de este joven asturiano también está el haber batido el tiempo de la mejor vuelta rápida en todos los circuitos en los que ha corrido, (Tacna, La Chutana en ambos sentidos).
Ahora, Sergio mira al futuro y entre los retos para el año que viene está el probar otras categorías. "La idea es correr en TC 2000 (turismo competición 2000) que es la máxima categoría en Perú, pero va a depender mucho de si ganamos este año el campeonato (quedando segundo y tercero en las carreras que quedan sería campeón del VW Gol R CUP, así como del Gran Nacional) y de los patrocinadores que podamos conseguir para la nueva aventura", apunta.
En este sentido, Sergio quiere agradecer el apoyo que le brinda el restaurante Pico y Tapa, regentado por los ovetense Alejandro y David Coto, "por la ayuda en esta aventura y en la búsqueda de nuevos patrocinadores".
Ahora, Sergio está centrado en ser campeón, en levantar el título y hacer realidad su sueño.
