La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El voleibol cala en los colegios

La cantera de la A. D. La Curtidora triplicó en un año su tamaño con una campaña de divulgación escolar que lideró Rufo Álvarez y que este año se repite en las escuelas avilesinas

Los escolares del Palacio Valdés practican en la cancha lo aprendido con los monitores. MARÍA FUENTES

Los nombres de Rafa Pascual, considerado el mejor jugador español de voleibol de la historia, o Marta Merino, la jugadora más joven de la historia en lograr la distinción de MVP en la fase de clasificación para un Europeo, suenan a chino entre la chiquillada del colegio Palacio Valdés pero, sin saberlo, muchos comparten con ellos la pasión por el voleibol. Lo que hace falta para que aflore esa afición son dos cosas: conocimiento del deporte y práctica del mismo. Justo las carencias que se propuso subsanar el año pasado el profesor de Educación Física Rufino Álvarez Rodríguez, más conocido en el mundillo deportivo avilesino como "Rufo el de La Curtidora", el hombre que fundó en 1991 junto a Jesús Carmona y Daniel Saiz uno de los clubes más laureados del vóley avilesino: la Agrupación Deportiva la Curtidora.

Ya jubilado (tiene 67 años) y en funciones de presidente honorífico del club que dirigió durante 25 años, Rufo Álvarez reparó en que la cantera del club de sus amores flaqueaba y con buen criterio pensó que la solución -o sea, la materia prima- estaba en los colegios. Así fue como el año pasado, en colaboración con las direcciones de la mayoría de los colegios públicos de Avilés, el veterano dirigente se enfundó el chándal y volvió a las canchas para fomentar la práctica del vóley a cortas edades. Del éxito de esa iniciativa da cuenta el hecho de que la cifra de 40 niños de colegios avilesinos inscritos en la especialidad de vóley de los Juegos Escolares del Principado en el curso 2017-2018 se ha pasado en este a 120, el triple. "Hemos tenido que contratar más entrenadores porque con los había no dábamos abasto", cuenta el captador de promesas.

En correlación al incremento de niños y niñas interesados en la práctica del vóley, el numero de equipos escolares avilesinos en competición pasó de seis a trece, todos en el espectro de las categorías minibenjamín, benjamín y alevín. Los equipos inferiores de la A. D. La Curtidora - Universidad de Oviedo esperan ahora a esta prometedora hornada con los brazos abiertos para jugar en categorías infantil, cadete, juvenil y, quién sabe, puede que incluso en el equipo femenino de Primera División Nacional, que hace apenas unos días ha logrado la salvación matemática.

Rufo Álvarez -la veteranía es un grado- tiene una paciencia infinita con los pequeños y mucha mano izquierda para evitar frustraciones en el primer contacto de los aspirantes a voleibolistas con la pelota, que lógicamente se resiste a pasar por encima de la red cuando son manos infantiles las que la golpean. "¡Bravo, bien hecho! Al menos le hemos pegado, con práctica conseguiremos mandarla a donde queremos", anima el entrenador a sus pupilos escolares, todos del ciclo de Primaria.

"El vóley es un deporte que puede practicar todo el mundo, no hay barreras de entrada cuando se trata de jugarlo por diversión; es unisex porque lo practican indiferentemente hombre y mujeres, de hecho casi más las segundas; y proporciona, además de un excelente fondo físico por la exigencia de su explosividad, un gran desarrollo de los reflejos y la coordinación. Quien prueba, quiere repetir", alecciona Rufo Álvarez para despejar dudas sobre los beneficios del voleibol.

Compartir el artículo

stats