Montes de Agones es el escenario de una clásica ruta que lleva encima unas cuantas ediciones y por la cual hoy se rueda por toda la compleja orografía que se desarrolla entre Pravia, Somao y la parroquia de Inclán.
Se parte de la plaza de Agones en dirección a Pravia, para tomar el camino fluvial del Nalón, que no está señalizado, y se encuentra en unas condiciones deplorables desde que el río ha comido la traza caminera, lo cual se complica al llegar a la riega de Bances, la cual se salva con dificultad el barranquillo para seguir por el sendero hasta Arroxo, donde se deja el sendero fluvial cruzando la vía de Feve, para subir por los carriles de Arroxo camino del Carballo, pasando por una abandonada área recreativa con su ermita que ofrece estupendas vistas sobre Santianes de Pravia.
Se sigue por la cumbre adelante para entrar en trazados más rurales camino de la Fuente de la Calura, de la cual se baja para colocarnos al par de la estación de San Ranón, se sigue el camino que a la altura del viaducto de la A-8, se deja para subir a la izquierda cruzando la riega de Remolines dirección norte para de este modo cogiendo el camino de Vidrero seguir ascendiendo en base a varias revueltas, tan pronto yendo al Norte oteando la rasa costera, como yendo al Sur, de este modo se rodean las cumbres de Las Funtinas y Monteagudo
Finalmente se corona Santa Catalina con su impresionante torre de TV, con unos 19,4 km, y a 460 m, de cota. Buen lugar para un descanso y poder contemplar las grandiosas vistas. La bajada desde dicha atalaya se hace por un sendero que va al Oeste desde la misma cumbre, un tanto estrecho y con pasajes técnicos, es corto pero intenso.
Se prosigue hacia el Oeste para bordear el promontorio de El Molar, yendo hacia el pueblo de Recuevo, al que se da la espalda para entrar por un camino que va por debajo de la carretera de acceso buscando la riega de Cogollo, el cual nos permitirá cruzar hacia Escoredo, cuya impresionante iglesia parroquial se gana en un instante, tras haber rodado unos 23,3 km. La zona ofrece pocos miradores pues casi siempre iremos emboscados en medio del monte.
Se baja por el Camino-carretera de los Pixuetos, para dejarla tras unos 300 m, de descenso, para entrar otra vez en el monte de esta guisa se atraviesa el Monte de Veiga hasta llegar al caserío de Los Llanos y pasar de este modo a la aldea de Villarigán con 27 km rodados.
Desde la capilla de Santa Anita, el camino se embosca por debajo del pueblo buscando poder cruzar los arroyos del Pozón y Agones. Trazado que puede estar en malas condiciones por las talas de eucalipto, y el destrozo que esto lleva sobre la red caminera, y que no solo son nuestra pesadilla, sino la pesadumbre de los moradores de las caserías de los Carbayeos y Selgas, que esperaban les dejen estos caminos en condiciones.
Se deja Selgas de Abajo, con unos 30,4 km ya ciclados y sin apenas tocar el pueblo se continúa ladera abajo siguiendo el curso del río Agones, por tramos de camino asilvestrados por los Fondalinos y la Llosa del Caliero, y metidos en la fondigonada del valle fluvial de Agones se desemboca en el lugar de La Pedrera.
En este enclave se coge el Camino del Molín de Veiga, amplio y cómodo que nos deja ante las remozadas instalaciones molineras donde concluye el carril asfaltado, a partir de aquí se toma el camino que irá subiendo y bajando a la par de la riega, hasta desembocar finalmente después de casi 2 km en el Camino de los Pixuetos, o sea el camino que tomaban los habitantes de Cudillero para venir a la zona de Pravia, por el cual se desemboca de nuevo en la plaza de Agones.
