No hay reto suficientemente grande para Carlos Meana. Este exnadador, triatleta y surfista de olas gigantes avilesino se enfrentará ahora a dos enormes desafíos: el medio Ironman de Baréin, una dura prueba en la que los competidores recorren 1,9 kilómetros a nado, 90 kilómetros en bicicleta y 21,1 kilómetros de carrera que disputará la semana que viene y que volverá a correr el 7 de febrero, en Dubái, tras un "stage" de preparación con su amigo el pentacampeón mundial de triatlón Javier Gómez Noya. "Mi objetivo es intentar clasificarme para el Campeonato del Mundo de medio Ironman", confiesa.
Meana lleva la pasión por el deporte en la sangre. La heredó de su abuelo, Ángel Meana, pionero del socorrismo en Salinas (Castrillón) y uno de los primeros karatekas de Asturias. "Es uno de mis grandes referentes", destaca el deportista, que se crió entre el agua de Salinas, donde pasó horas y horas con su familia. En esos interminables días de playa forjó sus dos grandes pasiones deportivas: la natación y el surf.
En la primera disciplina despuntó a nivel regional con 13 años. "De un día para otro pasé de ser muy malo a ser uno de los mejores de Asturias", explica todavía con asombro. Su proyección siguió al alza, se proclamó varias veces campeón de España, tanto en categorías inferiores como absoluto, y acabó siendo nadador profesional compitiendo para clubes de la talla del Santa Olaya de Gijón o el Metropole de Canarias.
Meana decidió salir de la piscina para formar una familia. Y aunque comenzó a priorizar su faceta de empresario, en ningún momento ha abandonado el deporte. Fue entonces, entre 2008 y 2009, cuando comenzó a probar con el triatlón. "De aquella éramos cuatro los que competíamos en Asturias", recuerda sobre los años previos al "boom" de esta disciplina, que cada vez tiene más adeptos y que también ha compaginado con maratones o carreras de montaña.
Lo que nunca ha dejado de lado el deportista es el surf. Tocó su primera tabla siendo solo un niño y nunca se ha bajado de ellas. Desde hace años surfea olas gigantes. "Siempre me gustó buscar algo más", reconoce sobre una arriesgada modalidad que lleva practicando desde hace más de una década.
"En Asturias creíamos que no teníamos buenas olas gigantes. Y tenemos alguna de las mejores del mundo", destaca Meana, que caza estas rampas acuáticas de 12 metros de altura en algún punto del occidente de asturiano que prefiere no revelar. "Estos días hemos tenido un inicio de temporada de olas gigantes mejor que nunca", agrega el deportista, que ha traído a probar las "megaolas" asturianas a surfistas de talla internacional como Axi Muniain.
Precisamente, por la "buena mar" que ha tenido este deportista extremo, que también le da al snowboard y a lo que se le ponga por delante, ha retrasado un poco su preparación para le medio Ironman. "Este primero será más de preparación. Confío en hacer mejor tiempo en el de Dubái, explica.
Para preparar esa segunda prueba, Meana contará también con una ayuda extra. La de Javier Gómez Noya, pentacampeón mundial de triatlón y Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, con el que mantiene una estrecha amistad. "Entrenaremos en Lanzarote. Mi intención es ir al Campeonato del Mundo de medio Ironman. Y luego, por qué no, tratar de ir al Mundial de Hawai", medita el deportista, para el que nunca hay reto suficientemente grande.
