La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El termómetro

Sobre el refalfiu

Sin duda, la mejor palabra que ha dado al mundo el asturiano

Me está descolocando un poco esta extraña cruzada contra el asturiano, que ha convertido, por arte de magia, una lengua que hace décadas era cosa de paletos despreciables en una especie de vehículo de nacionalismo, separatismo y secesión. Cuando ni uno ni otro.

El caso es que, cuando se denosta algo con tanta saña por razones que no son muy "puras", yo tengo una tendencia irrefrenable a ponerme de su parte. Es algo irracional e inevitable. Baste decir que llegué a estar a favor del tabaco cuando comenzó aquella cruzada tan tremenda en Estados Unidos, porque todo el mundo sabía que no estaba relacionada con la salud sino con los gastos sanitarios. Con la pela. Por suerte, la sinrazón no dura para siempre y ahora no puedo estar a favor del tabaco (aunque tampoco milito en contra porque no sirve de mucho).

El caso es que, como sé que no es malo para la salud -que yo sepa- ahora estoy cada vez más a favor del asturiano, aunque no lo practique por escrito, porque no tengo demasiado conocimiento.

Dicho esto, creo que habría que salvar el asturiano solo por una palabra: "refalfiu". Esta hermosa e intraducible palabra, que refleja el hartazgo del que lo tiene todo, es un signo de nuestro tiempo. Estamos refalfiaos, incluso ahora que la crisis nos ahoga y nos obliga a comprar el iphone 7 en vez del 8.

Uno no sabe a quién culpar del refalfiu, si al sistema que nos lanza al día cientos de mensajes que promueven la insatisfacción e invitan al consumo, a la educación hiperprotectora o yo qué sé.

En cualquier caso, creo que es esa herencia refalfiosa la que nos esta llevando a otra extraña cruzada: la de la opinión. Nunca como hasta hoy había tanta capacidad para comunicarse y, al mismo tiempo, tan poca libertad para decir lo que piensas sin ofender a cientos, miles, millones.

Compartir el artículo

stats