No me parecen éticas, y tampoco estéticas, las declaraciones de la máxima responsable del Ejecutivo Estatal en le región referidas a las últimas riadas en Asturias. En el mundo del consenso y el dialogo, más aun frente a una situación catastrófica como la vivida a finales de enero, sobran acusaciones defensivas para tapar errores que se vienen denunciando desde hace años ¿Qué hizo que el Bajo Nalón fuese la zona más afectada por las inundaciones? ¿Qué pasó para que el Navia, plagado de embalses, no causase daños? ¿Son el Sella o el Cares ríos más dóciles que el Nalón? Si en lugar de menospreciar a cargos políticos, legitimados directamente por las urnas, o de disparar hasta al pianista, se hubiese planteado alguna alternativa seria y viable, reconociendo que algo se hizo mal, hubiese estado mucho mejor.
