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Evaristo Arce Piniella, hijo predilecto de la Villa

"Gracias a Dios nací en Villaviciosa", dice y siente el periodista e impulsor de proyectos culturales al que se homenajea mañana

Era Evaristo Arce, a mitad del siglo XIX, un hombre ilustre en Villaviciosa. Fue maestro sastre. Y tan joven, cofundador y directivo de la Sociedad de Recreo "La Constancia", cuyo objetivo era asistir a enfermos, proporcionarles médico y medicinas (¡no había copago!) y aún una pensión cuando quedaban inútiles para los trabajos. Ataúd y luto si eran precisos. Cofundador de la Sociedad de Socorros Múltiples de Villaviciosa. Él era de convicción republicana y fue directivo del Partido Republicano Federal. Evaristo era miembro de la Comisión que reunía el día 20 de mayo de 1882, desde su fundación en 1878.

Tuvo media docena de hijos. Entre otros, Elena, a quien yo conocí. Su nieto Evaristo era hombre simpático. Había estudiado en el colegio de Valdediós. Fue un padre ejemplar que dedicó su vida a la crianza y educación de dos hijos.

De alcurnia. ¿Y por qué cuento esto? Para que se sepa que es cierto aquello de la alcurnia. Llega el bisnieto Evaristo, y prosigue en las doctas investigaciones y difusión de su hijo Luis Mario.

Evaristo Arce Piniella. Redactor de diarios de dimensión regional (LA NUEVA ESPAÑA, "La Voz de Asturias"). Integrante, desde su fundación por Graciano García, del prodigio de cultura y apertura política que se llamó "Asturias Semanal". Director de la revista médica "Yatros". Promotor de importantes colecciones editoriales, director de "El libro de Oviedo", "El libro de Gijón" y "El libro de Madrid". Impulsor de numerosos proyectos culturales, creador y director, en sus dos primeras ediciones, de la Bienal de Arte Ciudad de Oviedo. Alma de la prestigiosa revista "Los Cuadernos del Norte", con Juan Cueto. Responsable de la Obra cultural de la Caja de Ahorros de Asturias entre 1979 y 1985. Y fue responsable de hemerotecas de peso artístico y social, publicista de interés, en concreto de biografías. Comenzó por la de don Plácido Á. Buylla, con lo que abrió una serie de obras de personajes como Alejandro Casona.

Mantenedor de la importante colección o pinacoteca de Masaveu entre 1986 y 2010, en la que apoya la creación de una biblioteca especializada en arte, de obligada consulta.

Es miembro del prestigioso Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA).

Linaje de villaviciosa. Pocos casos como este para que uno de Villaviciosa sea declarado Hijo Predilecto según lo acordado por el Pleno en pleno. Evaristo nació en Villaviciosa en 1941. En la casa de doña Ramona Pidal, la madre de Menéndez Pidal, donde vivió y expiró el alcalde Pedro Pidal Arroyo. Allí se crió.

Su apego a Villaviciosa lo ha demostrado constantemente en su periplo biográfico. "Gracias a Dios nací en Villaviciosa", dice y siente.

Sus memorias como periodista las recogen reseñas publicadas. Sin embargo, no se le asocia con "Cubera" en la medida en que nosotros sabemos. Carné número 29, pertenece a la primera hornada de socios de "Cubera", Amigos del Paisaje de Villaviciosa. Consejero oportuno, "Cubera" le debe incontables sugerencias e incluso elusiones, pues fue disuasor de medios, modos y estilos. Facilitador de imágenes y de textos. Con prontitud e interés. Del consejo editorial de "Cubera", consejero de redacción.

"El estilo es el hombre", según el sabio Conde de Buffon, quien para ello exigía unidad, plan y claridad. Evaristo es modelo de estilo, como manifiesta en cuantas tareas emprende y consuma. Con unidad sin contradicciones, con plan coherente y claridad.

De su consejo de redacción y miembro de su directiva, nunca le faltó a "Cubera" su juicio asesor, sus ideas creativa. Aciertos de interés que siempre han contado con su colaboración pronta, discreta, como es su estilo personal.

La lealtad como estilo. Arraigo a la tierra; ya lo era el abuelo, el sastre Piniella: artista para hacer aquel servicio que hiciere menester. Marilí Velasco es la esposa de apoyo y aliento; madre de Luis Mario y Javier y Cristina.

Yo le recuerdo acunado por su madre, la bellísima Lurdes Piniella. Años andando, le vi dirigiendo por teléfono los pasos que debía dar un agente en Sothebys.

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