He tardado unos días en recibirlo, pero lo prometido es deuda. Cuando LA NUEVA ESPAÑA editó Pelayo-La Corona de los Godos, con los dibujos de Adolfo García y guión de Fran Alonso, lo solicité antes de su edición, pero el domingo que salió al mercado, fue tal la aceptación que se agotó y tuve que esperar a una nueva edición.
Y se produjo lo esperado. Unos diez días más tarde me avisó mi sobrino que le habían llamado del periódico para retirar el libro de Pelayo, que me hizo llegar por correo.
A mí estas ediciones me gustan un montón, sobre todo cuando se realizan en dibujos, de la misma forma que acabo de recibir La Historia de España, editada por la Dirección General de Correos, con dibujos y guión de Gallego y Rey.
Con tanto almacenamiento de libros de este tipo y otros que me resultan entretenidos, no sé que será de ellos el día de mañana. Libros tan extraordinarios como los de Alfonso Iglesias con las "Aventures de Pinín que de Pinón ye sobrín" o los chistes del "Gaviotu", contemporáneo en aquella época del pasado siglo, de los que igualmente conservo dos libros, o los poemas de "Ludí", Luis Fernández, de Gijón, así como otras novelas con gracia y llenas de anécdotas que de cuando en cuando me permito abrirlas y hojearlas para reírme yo solo de aquello que me presta un montón en momentos de aburrimiento y, si se quiere, tristeza, con el fin de que mi semblante mejore exteriormente.
La Reconquista comienza con don Pelayo y aún hoy es válida su historia. Y si no, lean el libro de Pelayo que edita LA NUEVA ESPAÑA y que ustedes aún están a tiempo de adquirir: no se arrepentirán.
