"Era una buena persona, luchador y honesto", esta es la frase más escuchada en Mieres, en los últimos días tras la muerte de un cura muy querido, Nicanor López Brugos. Yo añadiría a esos calificativos, con los que estoy de acuerdo, el de solidario, con todas las causas justas por las que siempre se interesó y participó, ya se tratase de huelgas, encierros en la iglesia, apoyos a iniciativas ciudadanas o participante activo en iniciativas culturales.
Sin olvidarme del resto, a este último apartado, su labor en pro de la cultura, voy a referirme en este sencillo escrito.
La última vez que le vi (hace ya un tiempo), salía de la Iglesia de San Juan, su iglesia, y tras comentarle que estábamos intentando relanzar la Asociación "Amigos de Mieres", no solamente se alegró que recuperásemos una antigua entidad que el conoció perfectamente, sino que, aún con sus achaques, contásemos con su colaboración si era necesario. Aún nos dio tiempo a recordar algunas de sus participaciones, como aquella en la que junto al escritor y periodista mierense Francisco G. Orejas, la entonces directora del Instituto Bernaldo de Quirós de Mieres, Carmen Díaz Castañón, y él mismo protagonizaron, en el salón de actos de la Obra Social y Cultural de la Caja de Ahorros, en un acto organizado por "Amigos de Mieres" de adhesión al homenaje a Dolores Ibárruri (la Pasionaria), sin ninguna significación partidaria, como bien señala Paco Faraldo en su libro sobre esta entidad.
Pero su labor social y en pro de la cultura, la conocíamos antes de nuestra relación con "Amigos de Mieres", no en vano abrió lo que conocemos como Casa Rectoral a iniciativas que muchos jóvenes inquietos teníamos en aquellos años (principios de los setenta), convirtiéndose, junto a la Asociación, en una verdadera isla de libertades. Aún cuando la política no estaba en primera línea. sí nos acercamos a constituir un cine-club bajo la dirección del profesor Vicente Peña, un grupo de teatro, audiciones musicales y otras actividades alejadas de la cultura oficial del régimen.
Algunos de aquellos jóvenes nos incorporamos, posteriormente, a la Asociación "Amigos de Mieres", continuando no una labor pionera, pues antes estuvieron otros, pero sí creo que enlazó perfectamente con la idea de libertad que, desde siempre permaneció y aún se mantiene en esta entidad que cumple este año su cincuenta aniversario.
