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Asociación "Amigos de Mieres"

David Montañés

Recuerdos de un cura solidario

Siempre apoyó las causas justas abriendo su iglesia a huelgas, encierros e iniciativas ciudadanas, pero también impulsó con fuerza la cultura

El párroco Nicanor López Brugos tendrá una calle en Mieres. Al menos, el gobierno local de IU está decidido a que el religioso, recientemente fallecido, tenga un recuerdo perdurable en algún espacio público de la ciudad. El alcalde, Aníbal Vázquez, subrayó ayer que esa es su intención: "Se merece estar siempre presente, ya que fue un ser humano excepcional", puntualizó el regidor.

El gobierno de Mieres ha decidido escuchar el clamor de la sociedad civil. Y es que el movimiento asociativo del concejo, en bloque, defiende que López Brugos, fallecido hace unos días tras medio siglo de inquebrantable apoyo al movimiento obrero y un sinfín de iniciativas solidarias, merece estar presente en el nomenclátor local. "El único escollo es que hay que encontrar la calle y hay muy poco margen", subrayó Aníbal Vázquez.

El gobierno local escudriñara el callejero en busca de algún vial, plaza o esquina a la que ligar el nombre del cura de San Juan para siempre. En el caso de que la búsqueda resulte improductiva se barajarán otras alternativas, como dedicarle una estatua o ligar el homenaje a algún edificio, como podría ser la Casa Rectoral de la calle Jerónimo Ibrán, cuyas puertas en su momento abrió el cura para cobijar asambleas sindicales y políticas. También cedió el inmueble a colectivos juveniles y feministas durante la transición.

En realidad, encontrar una calle para don Nicanor no es el único obstáculo que debe superar la iniciativa. El gobierno local debe desdecirse del apoyo que hace meses dio a una moción de Somos acordando que, en adelante, únicamente se pondrá nombre de mujeres a calles y espacios públicos del concejo.

Tras las críticas que ha recibido la excluyente medida, incluso desde ámbitos feministas, el Alcalde asume que debe pesar más el compromiso y solidaridad que caracterizaron la trayectoria del religioso que el hecho circunstancial de que fuera varón. "Buscaremos un consenso para que ese acuerdo no sea un problema".

El gobierno de Mieres dejó ayer claro que percibe el palpitar de una demanda ciudadana que ha ido ganando fuerza tras el fallecimiento del religioso. López Brugos falleció el pasado 31 de octubre a los 89 años de edad, desatando una espontánea oleada de afectos y reconocimientos. Su iglesia sirvió de cobijo para muchas reuniones clandestinas, acogió asambleas y azuzó conciencias.

El templo de San Juan se alzó como refugio de libertad, bastión de lucha obrera y altavoz de las reivindicaciones democráticas. Aunque muchos le tildaron de cura rojo, lo más correcto sería calificarle de socialista. Mantuvo una estrecha relación con la mayoría de dirigentes locales del partido. Así, tras la muerte de Vital Álvarez Buylla su nombre sonó mucho como posible candidato del PSOE a la Alcaldía. Ahora bien, a la hora de ayudar jamás tuvo en cuenta las ideologías políticas.

Otros reconocimientos

La Agrupación Vecinal de Mieres, "Mierenses del año", la Unión Comarcal de Comerciantes, "Amigos de Mieres", la tertulia feminista "Les cames por facer" "Mierenses en el Mundo" o "Tertulia-17" son sólo algunas de las entidades y colectivos que apoyan que Nicanor López ponga nombre a una calle o espacio público de Mieres.

La inquebrantable implicación que tuvo este singular cura con Asturias y, sobremanera con Mieres a lo largo de medio siglo, le llevó a que en 1994 el Gobierno del Principado le otorgase la Medalla de Plata y al año siguiente "su" villa le reconoció como "Mierense del Año". A este reconocimiento de la sociedad civil local hay que sumarle el de "Hijo Adoptivo de la Villa". López Brugos fue clave en el desarrollo de Proyecto Hombre en Asturias y colaboró activamente hasta el final de sus días con colectivos como la propia Cruz Roja.

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