Los tiempos de crisis o de penurias pueden serlo también de oportunidades. Así lo corrobora el viejo dicho de que "hay que hacer de la necesidad virtud". Suele sonar a buenas palabras, aunque no sería bueno que cayeran en saco roto. Las Cuencas están en uno de esos momentos trascendentes y no deben cerrar los ojos por necedad o empecinamiento a las nuevas iniciativas. Iberdrola mantiene su intención de cerrar cuanto antes la térmica de Lada. Pero, como importante multinacional que es, seguro podrá manejar proyectos alternativos o disponer de planes favorables para Langreo con la desocupación del suelo. Hoy, los alcaldes mineros se reúnen en Aller. Y no sería deseable que se mantuvieran enrocados en el pasado del carbón, cuyo esplendor no volverá. Su oportunidad es recuperar y captar inversiones, acertar en su destino y mantener los ojos bien abiertos para encontrar la virtud en la necesidad. No será fácil, pero es imprescindible.