El cambio climático se ha convertido en el comodín para casi todo lo que no se hace o lo que no se ha previsto. Hace unos días, un vecino con el agua al cuello recibió como justificación del atasco de los ríos como sumideros de tanta lluvia que era cosa del clima, que está en periodo de cambio. Vale todo para tapar que los cauces ni se limpian ni se dragan, y los residuos que acumulan acaban ocupando el espacio por el que debería bajar el agua. Habrá que esperar también al cambio del clima y que deje de nevar para que la carretera de San Isidro no sea un peligro por el riesgo de aludes. Lo afirma un estudio de investigadores de la Universidad de Oviedo, no es cosa de un temeroso conductor. La realidad es que el clima cambiará, pero no sirve para ocultar la falta de inversiones y de previsión de males evitables.
