El Partido Socialista en Mieres no deja de sorprendernos. Hay que reconocerles que la dificultad que tienen para encontrar su lugar en esta nueva etapa política sigue llamando poderosamente la atención. Su incapacidad para articular una estrategia que les permita ocupar un papel relevante en este concejo es, cuando menos, llamativa. Hace ya mucho tiempo que perdieron la Alcaldía, y elección tras elección, con peores resultados; pero siguen empeñados en practicar una oposición de palabras gruesas y brochazos con una obsesión permanente: Aníbal Vázquez. Deberían pasar de pantalla, superar el luto y apostar por ser una fuerza política constructiva, que aspire a ser algo más que un muro de lamentaciones.
Es evidente que nos gustaría contar con un Partido Socialista fuerte, con capacidad de iniciativa y liderazgo político, que no tuviera inconveniente alguno en levantar el teléfono y pedir a sus compañeros de partido en las administraciones donde gobiernan que pasen de las palabras a los hechos y demuestren que Mieres está en el mapa.
Sin embargo, hasta el momento, y por desgracia, han renunciado a defender los intereses del concejo, limitándose a jugar el papel de comparsa cada vez que el Principado retrasaba alguna de las inversiones comprometidas. Especialmente triste fue el papelón que jugaron en tiempos de Javier Fernández, cuando Mieres fue el gran ausente en los mapas del Principado.
El PSOE local se equivoca profundamente: parece más interesado en protagonizar una particular carrera de autos locos con el portavoz del PP en el Ayuntamiento, que anuncia día y sí y día también la llegada del Apocalipsis, que en ejercer el papel que le correspondería como fuerza de gobierno: garantizar cuantas más inversiones mejor para este municipio.
Hasta el momento no ha sido así porque parecen atrapados en el pasado, prefieren el lamento y las excusas de mal pagador a asumir su responsabilidad y convertirse en la garantía de la ejecución de nuevos proyectos. Permítanme que les proponga dos: conseguir las nuevas titulaciones para el Campus de Mieres, entre ellas el grado de Deportes y el de Energía; y garantizar la puesta en marcha del Parque Tecnológico de Figaredo.
Como se imaginarán la lista de asuntos pendientes es más numerosa (inversión en cercanías para poner fin a la inaceptable situación de abandono de Feve y la necesaria apuesta por Renfe, garantizar las inversiones par mejorar la red de carreteras autonómicas cuyo estado es, cuando menos preocupante; movilizar los recursos necesarios para convertir el importantísimo patrimonio minero e industrial en un motor de actividad y generación de riqueza...) pero para empezar a mostrar una verdadera voluntad de cambio esos dos proyectos serían un buen inicio.
Esperamos que la responsabilidad se imponga, que la dirección del PSOE asuma el papel que le corresponde, imponga sensatez y sentido común en la estrategia del partido en Mieres y sean útiles a los vecinos y vecinas de este municipio contribuyendo a conseguir inversiones y proyectos necesarios para el futuro de Mieres.
Por ahora, siguen atrapados entre tanto giro pero las mujeres y los hombres de Izquierda Unida esperamos que rectifiquen y aguardamos impacientes la oportunidad de felicitarlos por conseguir buenas noticias para Mieres.
