La Nueva España

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Esfuerzo

Muchos años escribiendo en LA NUEVA ESPAÑA de todo un poco, según la época, el acontecimiento que discurre, la desgracia que ocurre, la anécdota que se nos pone en el camino, el buen o mal tiempo que cambia y, últimamente, los virus que nos atacan. Así que, el sentarse hoy a escribir una columna, ya iniciada la etapa estival, me resulta muy difícil, porque llevo unos días preguntándome qué escribo que resulte atractivo a los lectores que me van quedando y que estos no se duerman intentando leer el periódico.

Es de admirar a muchos de los llamados escribanos que día a día siempre tienen un tema a desarrollar y que despierta ese interés entre sus lectores. Para mí, hasta contar un chiste a propósito es difícil para el dibujante e ilustrador, los cuales, sin llegar a insultar precisamente, promueve la risa, o al menos la sonrisa, día a día, de tal forma que es capaz de coger el periódico solo por la página donde viene esa tira humorística, como recordamos los ya entrados en edad cuando leíamos, años ha, el chiste de Alfonso Iglesias, sin que fuesen aquellas aventuras de Pinón y Telva y su sobrino Pinín.

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