Cuando comenzó 1976, Tracey Thorn tenía 13 años, vivía en una urbanización residencial aburridísima de las afueras de Londres y todas las entradas del diario que comenzó a escribir eran negativas, del estilo "he ido a comprar unas botas y no he encontrado ningunas". Su problema era que el metro no llegaba hasta su zona y eso la aislaba sin remedio de la fascinante metrópoli. Pero el mundo y la cultura pop estaban cambiando y, de repente, llegó la explosión del punk. Thorn, vocalista durante más de década y media de Everything but the girl, se ha puesto a rememorar y sus ágiles recuerdos, atravesados por análisis agudos, han alumbrado Otro planeta. Memorias de una adolescente en el extrarradio. Una crónica nostálgica de la mutación británica de la segunda mitad de los 70, a través de una persona con la edad justa para ver lo nuevo como tabla de salvación pero con algunos impedimentos para subirse a ella.
