El Oviedo de esta temporada va al trantrán. Navega sin demasiada claridad por una apretada tabla clasificatoria y corre el peligro de volver a caer en una campaña sin mucha historia. Y eso que esta jornada se libra por los pelos. Haciendo los deberes en el minuto noventa. De chiripa. Salvando los muebles gracias a un festival de errores del equipo rival, y teniendo que rectificar sobre la marcha el plan inicial, que últimamente nunca sale bien.
Y esto parece ya que no es solamente una cuestión táctica (que probablemente también), el problema va algo más allá, es de filosofía vital. De saber lo que se quiere ser. De conocer a lo que se quiere aspirar y cómo conseguirlo. Ya saben, a dónde ir, por dónde y cómo.
Es probabilísimo que el partido contra el Osasuna no se exponga en ninguna escuela de fútbol. A no ser que lo que se quiera señalar es el festival de errores de unos y otros. Es también probable que el equipo necesitara el abrigo de los cinco defensas para no pasar frío ante su afición (quién sabe), pero, curiosamente, los de Navarra desabrigaron a los azules demasiado pronto. Y en el Tartiere se pasa mucho frío esta temporada. Es altamente probable que el equipo necesitara un cambio táctico después de que Osasuna volviera a dejar al descubierto algunas vergüezas, pero Anquela tardó casi una hora en ejecutarlo.
Al menos en este caso el revulsivo salió con ganas al campo, y las cosas cambiaron. Más por empuje y por cobardía de los navarros que por el buen hacer de los ovetenses.
Y es que los carbayones tienen un grave problema futbolístico. Tan grande que a los azules les cuesta defender, no crean fútbol en el medio (aunque hayan sido estrictamente diseñados durante el verano para ello), ni crean ocasiones. Durante larguísimos minutos a Joselu no le queda más remedio que luchar solo contra el mundo, y ser el único embajador azul en el área rival. Y así no hay manera.
Pasan las jornadas y el problema se hace cada vez más evidente y las carestías del equipo salen más a la luz para los rivales. Y con éstas al Oviedo del trantrán le queda por jugar contra los supuestos gallitos de la categoría (Málaga, Dépor o Las Palmas). Contra esos que tienen el dinero para subir y ya están bien posicionados, mientras nosotros seguimos con estos pelos.
