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Pablo González

En territorio comanche

Pablo González

El Sporting busca forense

Ante un nuevo proyecto rojiblanco en descomposición

Ni el consejo más profesional de la historia (por eso de cobrar), ni un director deportivo de Liga de Campeones con plenos poderes, ni un entrenador de la casa, ni la repatriación del talento salido de Mareo, ni un coach para motivar a los muchachos, ni, ni... Casi nada está funcionando en este Sporting que tanto ilusionó en el ya lejano verano. La derrota de ayer ante el Extremadura, uno de los peores equipos de la categoría hasta su visita a El Molinón, coloca más allá del borde del precipicio a un nuevo proyecto rojiblanco, una vez consumida la primera vuelta del campeonato. Al menos, para la afición, que ayer dictó sentencia desde antes de que comenzara el partido. Si lo que esperaba JF para empezar a tomar decisiones era el banderazo de salida de la grada, tras la pifia de ayer de sus boys lo tuvo claro: adiós a José Alberto. Fondos y tribunas se unieron como hace mucho que no hacían para exigir cabezas. Y es que la eliminación copera a manos de un equipo de Tercera División hizo mucho daño. Aunque el bochorno en Zamora no fue más que otra foto fija del catálogo del circo de los horrores en el que se ha convertido el Sporting. Lo preocupante es que el asunto empieza a tener pinta de que se trata de una cuestión estructural, más allá de resultados e imagen, penosa salvo algún oasis a lo largo de este año

Si algo ha dejado claro esta primera vuelta es que al Sporting le faltan arrobas y arrobas de fútbol, sin olvidar que El Molinón se ha convertido en un parque de atracciones para los rivales. Tarea a resolver por el nuevo entrenador. No tirar a puerta ante un equipo como el Extremadura, al margen del gol anulado por un VAR con ojo de lince afinado más allá de las posibilidades tecnológicas, lo dice todo.

En la semana en la que a JA se le ocurrió decir que en junio este equipo tendrá algo que celebrar, la descomposición del proyecto se ha hecho más patente que nunca a pesar de las dos victorias consecutivas ante Ponferradina y Lugo. A la propiedad, fuera en frío, en caliente, desde Somió o en vuelo trasatlántico, le tocó tomar decisiones. Seguir resistiendo y frenar las ganas que tenían algunos consejeros de enviar a la trituradora a JA ya no aparecía dentro de la lucha interna de JF consigo mismo. La opción estaba clara: enviar a la cola del paro al entrenador que en su día fue del pueblo y que ahora no ganaría ni las elecciones a presidente de su comunidad de vecinos. El problema es que el adiós de JA debe llevar consigo también el "gracias por los servicios prestados" a Torrecilla (cuatro entrenadores en dos temporadas y media), lo que supondría volver a la casilla de salida. Aunque mejor esto que tener que echar mano de un forense, lo que no debería descartarse para, cuando menos, conocer los motivos de este nuevo deceso rojiblanco. Pero tampoco hay que ser el CSI Grissom o la doctora Bones para intuir las causas principales de una enfermedad que ya es crónica desde hace décadas en el Sporting.

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