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Pablo González

EN TERRITORIO COMANCHE

Pablo González

Los peligros de la amistad

Cuentan los que saben que JF ya saborea su vicepresidencia de La Liga. Tiene que superar el escollo de Martín Presa, uno de esos presidentes que tiene algo de los de la vieja escuela tipo Gil o Caneda, pero pasado por la pulidora de la modernidad. A favor de la propiedad del Sporting juega la vieja amistad con Tebas. Allí a lo lejos aún se atisban los tiempos en los que el ahora presidente de La Liga pateaba los juzgados para tratar de sacar de entuertos al Sporting, como en aquella sonada reclamación de Viliulfo Díaz. Tebas ha estado en todas las trincheras del fútbol y conoce sótanos a los que sólo se entra con invitación. Así que es lógico que haya encajado como en un traje a medida en La Liga. Y encima la ha convertido en una máquina de facturar. A esa puerta llama ahora el Sporting para, se supone, representar al fútbol de segunda línea al que Madrid dedica el tiempo justo. Es decir, entre cero y nada. El presidente rojiblanco quiere su sitio en la mesa porque a veces las lealtades se pagan, como la de ser de los pocos clubes -con comunicado y todo, algo casi inédito en este Sporting- que en verano apoyó sin fisuras a Tebas en el "caso Fuenlabrada". Cierto es que el Sporting también protegía su panchón. Ahora JF será para el gran público hombre de confianza del que algunos consideran el diablo con corbata, el que ha vendido el alma del fútbol a los mercaderes, castigado a las calderas de Pepe Botero a los aficionados y amigo de lo preconstitucional. El tiempo dirá si el pacto es de provecho o se convierte en una de esas amistades peligrosas. Y a ver cómo se lo toma Rubiales, dueño del VAR. Ojo.

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