Se debaten en estos días las propuestas de los tres candidatos a la presidencia regional de Asturias. Las dos palabras mágicas son "Plan" y "Ley". Parece que con pronunciarlas ya hemos dado con la panacea para solucionar los problemas de que se trate. Tenemos paro, pues hacemos un plan contra el paro. Tenemos corrupción, pues hacemos una ley contra la corrupción. Tenemos problemas medioambientales, pues hacemos un plan sobre el medio ambiente. Desgraciadamente la experiencia nos demuestra que la realidad es más compleja y va mucho más allá de los ideales y las retóricas. En el ámbito del sur de Europa el caso de Grecia es elocuente, los tópicos ideológicos deben adaptarse a las realidades económicas y no al revés. Centrándonos en Asturias, ahí tenemos al PSOE proponiendo una ley de participación ciudadana, al PP un plan de choque para reducir las esperas sanitarias o a Podemos con planes de mejora de la calidad del aire. Siendo una cuestión central cómo convertir la actual partidocracia en democracia cívica, no estaría de más avanzar con qué novedades y utilidades se va a canalizar la participación ciudadana. En cuanto a las listas de espera sanitarias, de vital interés, consensuar sus objetivos, medios y plazos de consecución. Y respecto a la calidad del aire, que afecta especialmente a espacios de tradición industrial como Asturias, deberíamos saber cómo se va a materializar y quien lo va a financiar. Ahí reside la gran diferencia entre prometer y procurar, pasar de los deseos a los programas.
En cuanto al final del año educativo se ha producido una circunstancia pintoresca. Hemos debido elegir los libros de texto para el próximo curso escolar 2015-16 antes de haberse publicado oficialmente los nuevos currículos (contenidos) de la ESO y Bachillerato para Asturias, donde gobierna el PSOE, cuando entra en vigor la nueva ley nacional del PP de reforma de la enseñanza (LOMCE) en 1º ESO, 3º ESO y 1º Bachillerato, ¿les suena de algo eso de poner el carro delante de los bueyes? Lo de nueva es un decir, porque llevamos 35 años de reformas de la reforma, y si a finales de año en las elecciones generales PSOE y Podemos suman más diputados nacionales que el PP cabe suponer que tendremos una "nueva" reforma de la reforma educativa, así que vamos a tener más programaciones e informes que operaciones la Barbie humana. Serían prácticos si abordaran las cuestiones de fondo para mejorar el aprendizaje. Pues con frecuencia consisten en cambios de terminología para seguir diciendo lo mismo, a la mayor gloria de los planificadores que ocupan los despachos. Si quieres que algo no funcione crea una comisión dividida en subcomisiones para informes divididos en subinformes. Por cierto el nuevo ministro de Educación desciende del marqués de Esquilache, el que reformó a golpe de tijera los trajes de los españoles. Planteemos en la enseñanza obligatoria la gratuidad de los libros de texto para las rentas bajas, que deberán ir cediendo protagonismo didáctico a las tablets en el aula, y el impulso flexible a la FP dual, importante en una región donde aún contamos cerca de 100.000 desempleados.
Una de las mejores noticias del inicio del verano 2015 es la aceleración del AVE a Asturias. Las pruebas del tren de alta velocidad de Valladolid a León superan los 200 kilómetros por hora, lo que acortará el viaje de Gijón y Oviedo a Madrid en casi una hora al entrar en servicio el tramo, previsto para septiembre. Las obras han recibido muchas críticas, y en efecto los costes de los túneles de la variante ferrroviaria de Pajares se han disparado, de los 1.500 millones de euros iniciales a más de 3.000. En euros todo parece menos pero estamos hablando de un sobrecoste superior al 100% que alcanza los 250.000 millones de las antiguas pesetas. Es un escándalo que ello no tenga consecuencias políticas ni judiciales para los responsables, pero es aún más absurdo pedir que ahora se paralice la llegada del AVE a Asturias, precisamente cuando se ha ejecutado el 90% de la obra. Muy por el contrario, hay que reclamar en esta legislatura que se agilice y complete el tramo de alta velocidad de León a los túneles de la variante de Pajares, precisamente para dar sentido de ingeniería a tan gran obra pública y visos de eficiencia y amortización a su funcionamiento en las próximas décadas. En este ámbito, como en el exportador de vehículos o el turismo, España es una potencia mundial. Empresas españolas están construyendo el AVE de Medina a La Meca. A la vuelta de la Expo de Milán les cuento impresiones. Para decepción de los antisistema y del Estado Islámico, Occidente, como ya apuntaba Ortega, ha sido y es el motor del progreso.
