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Concejal del PP en Gijón

Divertia y el deber no cumplido

Valoración del informe de la Sindicatura de Cuentas sobre la empresa municipal

"Por desgracia, el deber no coincide siempre con el interés". Esta interesante reflexión de André Maurois, biógrafo, novelista y ensayista francés, sirve a la perfección para explicar el lapidario informe de fiscalización emitido por la Sindicatura de Cuentas del Principado sobre el ejercicio 2016 de Divertia S.A. Tras la detenida lectura del mismo es sencillo concluir el poco interés que ha habido por cumplir con el deber.

El alcance del informe gira en torno a cuatro aspectos fundamentales: La financiación obtenida, la gestión del personal, la actividad contractual y la transparencia. Pues bien, en el informe de fiscalización, las cuestiones más destacables son las siguientes: en la selección realizada de 9 trabajadores no se facilita la documentación que acredite el sistema correcto de accesos a empleos públicos; los contratos menores (aquellos que superan los 1.500 euros) tampoco se ajustaron al procedimiento exigido, ni se ajustaron al procedimiento los contratos superiores a 18.000 euros y las subvenciones se otorgaron de manera arbitraria. Pese a ello, aún hay cuestiones más graves. No consta ningún documento que acredite lo cobrado en taquilla en diversos conciertos o actuaciones, lo que imposibilita contraste alguno sobre la certeza de las cifras.

En estos aspectos llama la atención que el Ayuntamiento realice una aportación directa por importe de 125.000 euros para la contratación de personal eventual, circunstancia inadecuada, dado que siendo Divertia una empresa pública 100% del Ayuntamiento, debería haber formado parte de la aportación ordinaria.

Así mismo, el Ayuntamiento abonó con cargo a sus presupuestos de gastos 214.420 euros para determinados festejos cuando debería haber sido una aportación ordinaria como indica el objeto social de la empresa.

Siguiendo el hilo del informe de la Sindicatura de Cuentas, donde más saltan las alarmas por la opacidad detectada es en los pagos de los cachés de los artistas contratados y en la recaudación de los eventos en los que aquellos participaron.

En este sentido, Divertia contabilizó ingresos y gastos donde se detectaron varias irregularidades: aparte de la contratación de los servicios sin seguir el procedimiento establecido y la ausencia de comunicación a través de la Plataforma de rendición de cuentas anteriormente mencionada, lo más grave es que la contratación se realizó sobre dos criterios, el caché de los artistas y el porcentaje recaudado en taquilla. Pues bien, la realidad es que no consta ningún documento que acredite los ingresos detallados en los distintos eventos lo que hace imposible saber si las cifras que aporta Divertia son ciertas o no.

Todas estas cuestiones evidencian que la Sra. Moriyón, máxima responsable, se ha desentendido totalmente de su obligación sobre control financiero.

En definitiva, mucha herencia socialista en actividades y gestión, y mala gestión contractual de prácticas de dudosa legalidad en selección de personal, concesiones de subvenciones y, contratos menores y mayores con serios defectos.

Como ocurre con demasiada asiduidad, el equipo de Gobierno se pierde en lo particular y acaba contaminando lo general. La duda que nos queda es si se trata de una deficiente gestión de los asuntos públicos, lo que ya resulta grave, o si detrás de este goteo de chapuzas se esconde una intención manifiesta de hacer las cosas de forma opaca, lo que constituiría un problema mucho más agudo. Como siempre, sus explicaciones o la falta de ellas, solo contribuyen a pensar en la peor opción.

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