La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Profesor de Geografía e Historia

Candidatos y empleos

En Asturias no sobra gente foránea, sino que falta gente joven productiva

Andan los partidos en pre campaña presentando a sus candidatos para las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Tienen la tentación de buscar desde las cúpulas mirlos blancos para encabezar sus candidaturas, en vez de hacer como los norteamericanos, presentar pre candidatos y que los más votados por los militantes sean los candidatos del partido. Eso de los oportunistas tiene la ventaja de ser personajes conocidos, y el inconveniente, si no se han fajado trabajando el proyecto como militantes y aportando paulatinamente al programa, que cuando los sondeos cambien de tendencia, ellos se cambien a otro partido que también les ofrezcan por su fachada altos cargos y grandes sueldos. Que Romario marcara muchos goles no nos garantiza que vaya a ser un buen gobernador de Brasil, si desconocemos los contenidos de su programa y los resultados de sus propuestas. La función del gobernante no es mandar, presumir ni vivir de la política, sino dirigir y organizar políticas para el progreso social.

En el caso de Andalucía no debe sorprendernos que la nueva derecha de Vox pida varios puntos de su programa electoral para apoyar al gobierno del centro derecha. Lo raro sería que lo apoyara a cambio de nada. Y lo lógico y democrático que los electores supieran antes y no después de votar, los puntos que van a pedir las candidaturas para formar parte o apoyar un determinado gobierno. Pues si se vota primero y las cúpulas de los partidos deciden después cuáles son los puntos centrales en torno a los que negociar, es lo mismo que si se vota a ciegas o se da un cheque en blanco a la partidocracia. Es democrático y coherente que cada formación que obtenga representación trate de llevar a la práctica su programa, otra cosa es si la mayoría de sus propuestas nos gusten mucho, poco o regular, siempre que respeten a las restantes formaciones votadas y la legalidad vigente. Eso de estar llamando fascista como presunto argumento cada dos por tres a los demás deja cada vez más en evidencia no al insultado, sino al insultador.

Centrándonos en Asturias, aquí la cuestión demográfica central no es tanto que sobre gente foránea improductiva, sino que falte gente joven productiva; no es la abundante inmigración irregular subvencionada, sino más bien la situación contraria, la escasez de población activa, en edad y condición de trabajar, con lastre fiscal e infraestructuras sin culminar, y con una pirámide de población envejeciendo de tal manera que las pensiones asturianas no se sostendrían sin los ingresos de los madrileños. El fomento de la natalidad y el del empleo, que están relacionados, la contratación flexible, no suelen dar frutos a muy corto plazo de las elecciones del año siguiente, sino fructificar a medio plazo de 8 o 12 años; por eso los demagogos lo proclaman pero luego no actúan. Mientras no se aborde esta situación con medidas eficaces acordadas entre varios partidos, la región asturiana estará avanzando hacia su ocaso poblacional y regresión económica. Que el paraíso natural no sea el agujero negro de los empleos productivos.

Compartir el artículo

stats