Érase una vez un chico que por problemas familiares estuvo bajo la tutela del Estado desde los ocho años, era y es un buen alumno y una maravillosa persona. Al cumplir los 18 años se encontró en la calle sin oficio ni beneficio, su sueño era estudiar neurocirugía, pero sin recursos de ningún tipo era imposible. Empezó entonces una larga peregrinación de trabajos diversos, desde repartidor, a lavaplatos, de todo y a la vez estudió Trabajo social con buenas notas, allí conoció a la que se convertiría en su mujer, que es una trabajadora, compañera y madre tan excepcional como él.
Lucharon para salir adelante y lo consiguieron, en aquel momento Marcos decidió que no podía dejar abandonados a los jóvenes ex tutelados que como él se encontraron en la calle en el peor momento de su vida. La mayor parte de ellos presentan déficits en las relaciones sociales, tienen baja autoestima, problemas de aprendizaje, la problemática familiar sigue pudiendo ejercer una influencia negativa, no tienen buenos hábitos de trabajo. Pero con ayuda muchos pueden salir adelante y no caer en el mundo de las drogas, la delincuencia y la pobreza; pero eso sí, necesitan ayuda eficaz e inmediata. Si encuentran a alguien que les ayude, la resiliencia hará que lleguen a ser algo.
Así que Marcos y Ruth, su mujer, se dedicaron a buscar asociaciones, fundaciones que estuvieran ayudando a estos jóvenes y comenzaron a luchar. Les ayudó mucho una asociación madrileña "Opción 3" que lleva dos décadas trabajando en este tema. Varios ex tutelados como ellos se incorporaron al trabajo. Uno de los problemas principales es la vivienda, muchos estaban en pensiones, en malas condiciones y casi no podían pagar, en principio se intentó conseguir dinero para pagarles la pensión. En 1993, el Principado dio ayudas para este tema por primera vez, pero eran temporales.
Algunos de los jóvenes bajo tutela eran maltratados por algunos cuidadores. En 2002 varios voluntarios denunciaron a una educadora, ganaron el juicio y se empezó a investigar el comportamiento de algunos trabajadores.
Hasta el 2009 no pidieron ayuda al Estado y entonces tuvieron que ir a subvenciones públicas. Crearon el programa "Amadeo", cuyo nombre no tiene nada que ver con el gran músico sino con un chico de 15 años que murió de sobredosis en una chabola del Llano.
Una de las características del programa es que los jóvenes van a ser responsables de lo que hagan y tomarán sus decisiones finales. El programa será flexible e individualizado. Se interesará que se progrese en todas la áreas de trabajo: laboral/formativa; ivienda; derechos y deberes ciudadanos, promoción de la salud; ocio; y desarrollo personal.
Marcos Madrigal, fundador del programa, dice que afortunadamente ahora se han aprobado muchas leyes para la protección de menores. Están entre las mejores de la Comunidad Europea, pero llevarlas a la práctica no es tan fácil. Amadeo acoge, acompaña y orienta a los participantes, no les deja solos y así ellos se sienten mejor con jóvenes que han estado en la misma situación que ellos.
Ahora los ayuntamientos se están implicando y posiblemente atiendan unos ochenta jóvenes pero hay muchos más. A Marcos le gusta una frase del escritor americano James Charlton: "Nada sobre nosotros sin nosotros" para que los ex tutelados puedan participar.
Hasta ahora se han conseguidos ayudas puntuales de empresas y particulares, como EDP, el Rotary Club, la Obra Social de la Caixa, el Gobierno de Asturias, Gijón Impulsa o los ayuntamientos de Oviedo y Avilés.
Se necesita dinero para pagarles la pensión, la manutención, para pagarles el autobús si tienen que ir a una entrevista de trabajo. Ahora han creado el programa "Dédalo", que consiste en conseguir algún piso. EDe momento ya tienen dos, pero se necesitan muebles, electrodomésticos, comida.
Nosotros los ciudadanos podemos ayudar de muchas maneras: por ejemplo, conseguir una sensibilación social hacia la protección de menores. Para ello es preciso informar a la gente y sobre todo a los políticos para que adopten una postura solidaria y de atención prioritaria a estos chicos. También podemos hacernos socios mandando a ipe@ipeasturias.es tus datos ( nombre completo, DNI, dirección postal y electrónica) así como una solicitud en que expongas tu motivación para incorporarte a la asociación. Puedes hacerte voluntario o puedes hacerte simpatizante con una aportación económica muy reducida.
También puedes hacer una donación para el sostenimiento de algún programa y recibirás al final del año la memoria de todo lo que se hizo.
Si queréis poneros en contacto, ahora Marcos Madrigal y Ruth y los demás voluntarios os atenderán en un pequeño localito en la Avenida del Llano, número 59.
Ruth va a pedir una excedencia para trabajar jornada completa, porque Marcos tiene que trabajar en otra cosa para sostener a la familia, pero estará allí el resto del tiempo. Más sacrificio no puede pedirse. Pero ellos lo hacen con alegría. Es maravilloso hablar con Marcos pues sus ojos azules se iluminan y su amplia sonrisa te convence cuando te habla sobre lo que se puede hacer y lo que han conseguido. Yo voy a ayudar en lo que pueda. Animaros, sólo difundiéndolo ya se consigue algo importante.
