Las protestas en la zona sur de la ciudad por el cambio de trayecto en la línea 18 de autobuses urbanos aceleran al ritmo de unos líderes vecinales concienzudos. Los participantes en los cortes de calles, todos ellos residentes en Nuevo Gijón, Perchera y La Braña, lamentan que la supresión de algunas paradas aleja el transporte público de numerosas viviendas y alertan de que el nuevo recorrido incrementa la inseguridad y los atascos en un área escolar. Por el contrario, el trazado recién diseñado dará por fin servicio a Santa Bárbara, un barrio que desde hace años reclamaba a Emtusa ser como el resto. En este conflicto, más allá de las marquesinas y las distancias, el principal obstáculo radica en que los responsables municipales aún no se han tomado un minuto, desde el inicio de las quejas, para explicar sus razones a los afectados. Sin diálogo es más difícil aparcar los problemas.