Volver a empezar, a empezar cada día con lo que nos ha ido quedando de bueno, lo que nos dio energía para volver a empezar son tirar todo lo anterior vivido y aprendido, incluso olvidado pero no para siempre, sin saberlo a veces desde nuestro interior nos dice "acuérdate de aquello que hablamos"...

Y aquello que hablamos es quizá leído de nuestros autores de libros que ahora yacen en la biblioteca el sueño de los justos y que al volver a cogerlos nos repiten esos maravillosos párrafos, esas frases que tanto nos llevaron a nuestro más pequeño entendimiento. Ahora con los años hemos madurado gracias a ellos y a nuestro buen ánimo de aprender, de "vivir por encima de nosotros mismos", dijo alguien que deberíamos intentarlo. Tenemos muchas máquinas como herramientas de las nuevas tecnologías, pero no debemos ser una de ellas, sirven para lo que sirven pero no para mejorar ni para nuestro conocimiento superior, hay que estar informado pero también alcanzar un estado más alto de nuestro espíritu (conocimiento).

Hoy he vuelto a empezar con el interesante reportaje sobre Emilio Lledó, ya había leído algo sobre él y sabía quien era, por lo cual no dudé en verlo y escucharlo. "Lo bello es difícil", había recordado de los filósofos griegos (de ellos y solo de ellos podía ser), la felicidad debe ser compartida, no se es feliz si no se dice, si no hace feliz a otra persona al contárselo. La cultura creía nuestro filósofo, humanista, escritor, pedagogo, etcétera, debe ser pública, no solo para unos pocos que no creyeron en ese alimento espiritual indispensable o que no tuvieron la oportunidad de alcanzar. Lo importante es ser, no tener, dijeron pronto los filósofos antiguos.

El poder y el dinero nada nos aportan ante la sabiduría ni honra al poderoso, hay que ser honrado, justo, generoso, honesto, verdadero, no decir mentiras, todo esto cuyo principal maestro fue Aristóteles el que creó escuela, y es Emilio Lledó el que sigue poniendo su propio conocimiento, adaptándolo a su tiempo y añadiendo su propio saber, le dieron el premio "Princesa de Asturias", además de otros muchos, pues recuerdo también su brillante discurso.