El binomio que protagoniza la organización del próximo Festival Internacional de Cine de Gijón ya tiene perfilado un guion con importantes novedades. Alejandro Díaz Castaño, director, y Fran Gayo, programador, se han batido el cobre durante los últimos meses para garantizar que la oferta del certamen llegue a los espectadores aunque el virus esté en la cresta de otra ola, gracias a la introducción por primera vez del formato digital, que permitirá disfrutar de proyecciones y conferencias desde casa, amplificando de paso su repercusión. Un trabajo más que meritorio en estos tiempos en los que el éxito de una actividad cultural se mide por su capacidad de supervivencia. Además, aseguran que el foco estará puesto en creadores jóvenes y de Iberoamérica, dos reivindicaciones del público nunca lo suficientemente satisfechas. El tándem de estreno encargado de dar vida a la principal cita del otoño en la ciudad empieza con buen pie. Eso facilita mucho que haya un final feliz.
