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Bancos de leche materna para bebés vulnerables

La unidad adscrita a Neonatología del Huca suministró desde 2017 alimento a 270 niños prematuros o enfermos

Bancos de leche materna para bebés vulnerables

La leche materna está considerada como el "alimento ideal" para el recién nacido durante los primeros meses de vida. Proporciona en las cantidades óptimas todos los nutrientes esenciales (proteínas, lípidos, carbohidratos, vitaminas y minerales), factores inmunológicos y la energía que se necesitan para el adecuado desarrollo físico, psicológico y afectivo del recién nacido.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), la Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Academia Americana de Pediatría (AAP), entre otros, recomiendan "la lactancia materna exclusiva durante los primeros 6 meses de vida, incluidos los niños prematuros y los niños enfermos, y se debería prolongar al menos durante el primer año de vida, junto con otros alimentos".

Es evidente que la lactancia materna presenta innumerables ventajas a corto y largo plazo para la salud física y emocional del lactante y de la madre. Protege al recién nacido frente a infecciones gastrointestinales, respiratorias, asma, dermatitis atópica, diabetes y otros problemas de salud, mejora la nutrición, el crecimiento, el desarrollo cognitivo, fomenta el vínculo y el apego del niño a la madre, y posee múltiples efectos beneficiosos sobre la salud de la madre.

Sin embargo, hay ocasiones en las que no es posible alimentar a un recién nacido con la leche de su propia madre, situación muy frecuente en los casos de parto prematuro, especialmente durante los primeros días de vida. Precisamente estos niños prematuros son los que más se beneficiarían de recibir de forma exclusiva leche materna, dada la especial vulnerabilidad inmunológica y la inmadurez de su intestino.

A la vista de estas ventajas, la OMS (2002) ha declarado: "Cuando no se disponga de leche de la propia madre, la leche pasteurizada de madres donantes seleccionadas es la mejor opción para la alimentación de los niños, sobre todo si se trata de niños enfermos o de alto riesgo". Con dicha finalidad se han creado en muchos hospitales los bancos de leche materna, centros especializados responsables de la promoción y apoyo a la lactancia materna y de proporcionar leche de otras mujeres a aquellos recién nacidos de alto riesgo que todavía no disponen de la de su madre o esta es insuficiente.

En estos centros, la leche humana, donada de forma altruista por madres lactantes seleccionadas, se recibe, procesa, analiza, almacena y posteriormente se distribuye a los centros hospitalarios para alimentar a recién nacidos hospitalizados. El Banco de Leche Materna de Asturias, dirigido por el doctor Enrique García, es una unidad especializada adscrita al servicio de Neonatología del HUCA que se encarga de la promoción de la lactancia materna en nuestra comunidad autónoma, así como de procesar y proporcionar leche materna donada, a todos los neonatos ingresados en los hospitales asturianos que lo necesiten.

Desde su puesta en marcha, en el año 2017, el banco ha procesado más de 900 litros de leche procedente de 178 madres donantes y ha suministrado el alimento a 270 niños prematuros o enfermos.

Los bancos de leche humana deben asegurar la calidad y la seguridad de la leche materna donada, es decir, que sea segura desde el punto de vista microbiológico y toxicológico y que, además, preserve al máximo sus propiedades nutricionales y biológicas.

La pasteurización (someter la leche a altas temperaturas) es el método más empleado en los bancos de leche para reducir la presencia de patógenos y prolongar su conservación. Este proceso de pasteurización, que sigue la leche donada, podría modificar su valor nutricional por pérdidas en el contenido calórico y de grasas y diversos componentes biológicamente activos de la leche (inmunoglobulinas proteínas, factores de crecimiento, enzimas, minerales y vitaminas), así como una variedad de moléculas antioxidantes que evitan la oxidación de los lípidos y contribuyen a la dotación de antioxidantes del recién nacido. Hasta el momento, se desconoce la repercusión que, sobre estas biomoléculas, tiene el procesamiento al que se somete la leche en los bancos de leche.

Las doctoras Belén F. Colomer y Marta Suárez, del grupo de investigación de Neonatología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), y la doctora María Luisa Fernández Sánchez, del grupo de investigación GEAB de la Universidad de Oviedo, colaboran en un proyecto de investigación para evaluar la calidad de la leche materna pasteurizada. Uno de los objetivos propuestos del proyecto, consiste en analizar si la pasteurización de la leche afecta a su valor nutricional en especial al contenido y calidad de proteínas, actividad antioxidante, niveles de metales esenciales (calcio, hierro, cobre, cinc, selenio e iodo) y a las asociaciones de dichos metales esenciales con las proteínas de la leche que favorecen su absorción y biodisponibilidad, muy importantes para la protección y desarrollo de los niños prematuros.

Otro de los objetivos pretende diseñar un modelo experimental con células intestinales para evaluar el papel de la lactoferrina (proteína presente en la leche) en la absorción de los suplementos de hierro que, en ocasiones, son utilizados para fortificar la leche materna. Dicha proteína favorece la absorción intestinal del hierro y su incorporación a los órganos diana (glóbulos rojos, hígado, etcétera) disminuyendo el riesgo de deficiencia de hierro en el recién nacido.

Con estas investigaciones, el Banco de Leche Materna de Asturias pretende ser un referente a nivel nacional aportando nuevos conocimientos de parámetros de nutricionales de calidad, y no solo de seguridad de la leche, comunes con la industria alimentaria.

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