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Concejal del PSOE

El tañir de la campana

El trabajo sucio de Somos y la laceración permanente de sus socios fortalecen las posiciones reaccionarias que dicen combatir

Anteayer este diario publicó un artículo de doña Ana Taboada, portavoz del grupo municipal Somos y miembro del gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, en el que se lanza de nuevo la consigna con la que Somos viene cuestionando la acción del gobierno municipal respecto a la "operación Enredadera". Ese soniquete repite machaconamente tres cosas: La conveniencia de nombrar un "director general", la personación municipal en la causa penal que se instruye en Badalona y la necesidad de realizar una investigación interna.

Se congratula la portavoz de Somos de que los demás, que debemos tener más miedo o menos luces, hayamos tomado el recto camino y avancemos "en la buena dirección". Se lamenta no obstante, porque la alegría dura siempre poco en la casa del pobre, de que se haya bloqueado durante casi un mes la adopción de unas medidas que "son de sentido común". Todo esto, por supuesto, de acuerdo con su experta opinión.

Me gustaría hacer un repaso de estos planteamientos, y empiezo por esos súper funcionarios de confianza que nos librarían de todo mal. Es obligado recordar dos cosas. La primera, constatada por todos, es que en el Ayuntamiento de Oviedo necesitamos más remeros, no más "capitanes", y que los "capitanes" por sí solos no pueden ni evitar ni resolver nada si no cuentan con los recursos humanos necesarios. La segunda, que parece olvidarse, es que tras las elecciones de 2015 se alcanzó un acuerdo de todas las fuerzas que sostienen al gobierno municipal que descartó precisamente un modelo identificado entonces con el "gabinismo". Carece de todo sentido obstinarse en replantear la cuestión ahora, a escasos meses de unas nuevas elecciones.

En relación con lo que desde la tribuna de la portavoz de Somos se denomina "investigación interna", no está de más recordar que su planteamiento original era bien distinto: una comisión de investigación a imagen y semejanza de alguna otra anterior precisamente presidida por ella que, al menos a la justicia, le aportó bien poco. Pasado un mes veo que aquella pose inicial ha cambiado y que por fin coincidimos en que tan importante es comprobar, supervisar o controlar cualquier contratación municipal, como alejar a los trabajadores del Consistorio de un circo y de la injusta idea de sospecha indiscriminada, preservando el buen hacer de la inmensa mayoría de nuestros funcionarios. En cualquier caso, hay que decirlo, no hay mejor investigación que la que pueda desarrollar la UDEF y un juzgado de instrucción, con medios y resortes para alcanzar un conocimiento de la situación al que el resto de los mortales no podríamos acceder nunca, por más cerca que estuvieran las elecciones. Y de momento esa investigación -no lo olvidemos- está aun desarrollándose.

Invoca la señora Taboada su condición de abogada y la aquilatada experiencia en su lucha contra la corrupción, reprochando la supuesta inacción de los demás. No habría que haberse demorado -dice- un mes en personarse.

Se hace necesario volver a repetir que nadie se ha opuesto a la personación en la causa penal ni ha habido demora en tomar decisión alguna. Volver a afirmar lo contrario es mentir. Ni tan siquiera la oposición se ha opuesto a la personación. Otra cosa es -y la portavoz de Somos lo sabe aunque lo calle- que para que un ayuntamiento pueda actuar en una situación como ésta, es necesario contar por mandato legal con un obligado informe jurídico de la Abogacía consistorial que respalde la decisión. La portavoz conoce -y vuelve a callar- que el abogado consistorial ha dado cumplidas explicaciones a todos los grupos municipales de cuál ha sido su posición en este tema, y sabe igualmente que en cuanto ha sido posible dar ese paso procesal el acuerdo formal de la Junta de Gobierno ha sido inmediato y unánime.

Señora portavoz de Somos, todas las posiciones políticas que se desarrollan en un marco democrático son legítimas, pero no lo son tanto si rompen las reglas de juego o se basan en premisas que no se corresponden con la verdad, mucho menos si tienen por objeto la laceración permanente de sus socios de gobierno. Hay vida más allá de las citas electorales y más cosas que presentar a los ciudadanos.

Es un objetivo compartido la lucha contra la corrupción y, más aún, contra los modos de gobierno que, extendidos durante un cuarto de siglo, han impreso a nuestro Ayuntamiento un sello negativo del que cuesta librarse; pero aquí nadie es el sol que alumbra el mundo. He de decirle que lamento que, con una oposición que ha dejado la caja pública agujereada, que permanece desarbolada y sin rumbo, incapaz en lo que va de mandato de formular para Oviedo una propuesta sólida, seria y creíble, sea precisamente su formación la que ejerza ese papel dañando sin miramientos al gobierno del que forma parte.

Acabo pidiéndole únicamente, señora portavoz de Somos, la lealtad obligada de un buen socio: le pido que dejen de hacer ruido de campana, trabajo sucio que solo va a fortalecer a las posiciones más reaccionarias que dicen combatir.

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