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La mar de Oviedo

Tiempo compartido

Un nuevo auto judicial obliga a devolver la denominación anterior a veintiún calles de Oviedo que, en su día (o en su noche), cambiaron de nombre a consecuencia de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica; al parecer, el Ayuntamiento retiró los letreros de manera irregular, tildando los nombres de franquistas y cambiándolos por otros de tinte contrario, en una lucha urbana por las nomenclaturas, una guerrilla civil en las esquinas de las calles: Calvo Sotelo por Lorca, Lorca por Calvo..., el nombre de un político de derechas paseado por guardias de Asalto, o el de un poeta paseado por Guardias negras. Con semejante alternancia de placas el contencioso podría derivar en una solución de nombres de calles a tiempo compartido, time-sharing. Decía el poeta decimonónico Dante Rossetti: "Mira mi cara; ni nombre es Podría-haber-sido; también me llamo No-más, Demasiado tarde, Adiós".

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