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Objetivo, la libertad

La lucha de la Fundación Bueno y la actitud hacia ella del gobierno local

Al fin y al cabo, la torpe patada en la puerta de la Fundación Gustavo Bueno a golpe de oxidada hoz y martillo de Rosón ha visibilizado el modo de proceder que desarrolla puertas adentro del Ayuntamiento el tripartito social-comunista. Por otro lado, que quien "okupó" La Madreña quiera ahora desalojar a los legítimos ocupantes del palacete de la avenida de Galicia entra igualmente dentro de lo normal, es decir, de las normas del Manifiesto Comunista y su aversión a la propiedad ajena.

Lo más hilarante, a mi juicio, fue que el susodicho concejal alegara que el Ayuntamiento "necesita alrededor de 300 metros cuadrados para el desarrollo de un FabLab, 500 metros cuadrados para nidos de empresas y 100 metros cuadrados de oficinas y despachos para el asesoramiento". Teniendo 120.000 m2 de terrenos en La Vega, cuya titularidad no han logrado resolver en cuatro años, más otros tantos en el viejo HUCA en la misma situación, ¿alguien se puede creer la urgente necesidad de desahuciar la sede de la Fundación Gustavo Bueno? Y a dos meses de las elecciones, ¿alguien se puede creer la repentina preocupación de las izquierdas por la iniciativa empresarial en Oviedo?

Detrás del entremés de Rosón no se esconde más, como todo el mundo sabe, que el ataque a otro de los grandes fantasmas de la extrema izquierda, la libertad, esa que ciertamente se ha de conquistar cada día, como están haciendo los patronos de la Fundación y tantos ovetenses que creemos y alentamos el pensamiento y el espíritu crítico; el mismo que alumbró el autor de, entre otros muchos, "Zapatero y el Pensamiento Alicia", el texto donde Bueno enumeró de uno en uno los variados ejemplos del pensamiento acrítico de aquel presidente y su partido para, a continuación, demolerlo y despojarlo de toda retórica evidenciando un simplismo que él consideró "sistemático" y muy preocupante, pues bien puede "transformarse en pensamientos falsos, hipócritas y de mala fe". Y, por cierto, que cuando hubo de atacar a la derecha también lo hizo, desde su libertad.

Justamente por eso, lo que quiero subrayar, tras estos cuatro años de declive y sectarismo cultural en Oviedo y en Asturias, es lo vergonzoso de la renuncia, una vez más, a defender nuestro patrimonio, y me refiero a Gustavo Bueno, a la inmensa fortuna de que una de las figuras intelectuales más importantes de nuestro tiempo haya vivido, pensado, creado y enseñado en Oviedo, abarrotando las aulas de nuestra Universidad. Para seguir trabajando en su proyecto, preservar su obra y promover su estudio y desarrollo, como bien expresaba el pasado martes en este periódico Pablo Huerga Melcón, se creó la Fundación, a alguna de cuyas charlas he asistido y donde siempre he respirado libertad, la que se quiere coartar desde la extrema izquierda. El propio Bueno lo escribió: "La plebe se administra, o le es administrada cultura selecta ad hoc (cultura de consumo) para mantener su ensueño de libertad activa, de rebeldía suprema, de entusiasmo. La cultura por antonomasia, la cultura selecta, es el opio del pueblo democrático constituido por la plebe y por las élites (...)". "Lo que afirmo rotundamente es que el valor intrínseco de esa cultura selecta es prácticamente nulo (?). "El Mito de la Cultura". Gustavo Bueno.

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