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Prosociabilidad, empatía y rituales ante la muerte

¿Cuándo quedó configurada la cognición humana moderna? Aunque esta cuestión puede responderse desde diferentes disciplinas y enfoques y, por tanto, no existe consenso, el punto de inflexión se suele vincular con el lenguaje y el simbolismo. Y aquí es donde podemos ubicar las prácticas funerarias. Este planteamiento considera el arte, los adornos -como expresión de identidad- y las prácticas funerarias como partes solidarias de la simbolización. (...)

Los primeros enterramientos bien conocidos corresponden a neandertales y humanos modernos y se datan a partir de hace unos 120.000 años. Estas prácticas funerarias muestran una geografía y temporalidad variables, concentrándose en algunas regiones -Próximo Oriente, Este y Suroeste de Europa-. (...) La presencia de ajuares y bienes asociados se generalizó con los humanos modernos, permitiendo analizar la relación entre la cultura material y la vida social. Los enterramientos individuales dieron lugar a otros múltiples, estableciendo hace unos 12.000 años espacios dedicados a este fin: los cementerios. Sus rituales y objetos trascienden lo estrictamente material, han permitido reconocer tradiciones étnico-sociales regionales, diversas actitudes sobre la identidad del difunto (edad, género, habilidad, posición?), pero también la complejidad de la sociedad de los vivos.

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