La Navidad es la época por excelencia de las luces en el árbol, los adornos y las copiosas comidas un día sí y otro también. Pero para aquellos aficionados al cine y a la literatura británica también es un momento para reencontrarse con un clásico inmortal como es el "Cuento de Navidad" de Charles Dickens.
Esta popular novela, escrita en ha sido adaptada de muchas maneras y con diferentes interpretaciones. En total, "Cuento de Navidad" se ha llevado a la gran pantalla 28 veces, ya sea en películas de acción real o de animación. Así, encontramos desde un clásico de 1938 que trata de seguir la obra al pie de la letra, hasta una adaptación moderna protagonizada por Bill Murray en 1988 ("Los fantasmas atacan al jefe"). La más reciente se puede encontrar en HBO y está protagonizada por Guy Pearce ('Memento') y Andy Serkis. No obstante, a diferencia de otras producciones similares, la ficción de HBO presenta una trama más oscura, no apta para menores, que roza incluso el terror.
El creador de 'Peaky Blinders' y 'Taboo', Steven Knight es el responsable de la adaptación de la escalofriante novela de Dickens, que ha sido producida por Ridley Scott y Tom Hardy. 'Cuento de Navidad' narra la historia del tacaño anciano Ebenezer Scrooge, quien, en la víspera de Navidad, tendrá que enfrentarse al fantasma de su antiguo socio Jacob Marley. Este espectro, junto con los espíritus de las navidades pasadas, presentes y futuras, obligarán al avaro a asumir la responsabilidad de sus acciones.
La ficción de HBO es una miniserie que consta de tan solo de tres capítulos que tras su visualización solo dejan una sensación de "sí, pero no". Los tres fantasmas que visitan a Scrooge (el del pasado, el del presente y el del futuro) tratan de elaborar un perfil psicológico del avaro empresario que busca ser una crítica contemporánea de la frialdad del ser humano y su desapego a lo familiar. Lo mejor de "Cuento de Navidad" es su brutal puesta en escena, con unos efectos visuales que tienen como principal objetivo el causar una sensación de incomodidad en el espectador a diferencia de otras adaptaciones buenistas que únicamente querían transmitir un mensaje de amor y cordialidad en estas fechas navideñas.
Este título no es, ni mucho menos, una serie para ver en familia. Su mensaje de terror y dureza queda demasiado exagerado para una obra de sobra conocida para el gran público.
