Ya sabes que nunca fuimos muy allá», me espeta Lolo, cantante de «Cannonballs», horas después de celebrar un concierto para enmarcar, en una improvisada fiesta en un local ovetense. No lo sé, me haces dudar, porque visto lo visto, rememorar aquellos días con un set donde relucen Link Wray, Real Kids, Miracle Workers, AC/DC, Graham Parker y Dr. Feelgood, define a la perfección una memoria a la que estos altos y guapos -aún hoy- hicieron honores en el momento más insospechado. Los sudores nos recordaron al Chanel donde ellos crecieron.

Recordando unos tiempos que ellos hicieron mejores, pero que relucen con las dos grandes guitarras invitadas: Marcos Montoto, el imprevisible punteo que hubiera hecho sonrojar a Gypie Mayo (Dr. Feelgood) e Igor Paskual, grande entre los grandes, verbo y pulsación. Casi dos centenares arrebujados como en las grandes noches, esas de rock'n 'roll que ya no son, con mujeres -el elenco era para quitar el hipo- y como en los mejores días de una ciudad sólo aletargada. «Volvemos con cincuenta años», grita Lolo, mientras las homenajeadas madres aprietan el botón de la cámara para certificar a sus nietos que sus padres un día, una noche, algunas noches, fueron estrellas del rock.