Madrid, Modem Press

El «Cumpleaños feliz» sonó con fuerza en la noche del viernes en el madrileño teatro Marquina en honor de los 80 años del actor asturiano Arturo Fernández. A las diez y media de la noche, y en cuanto acabó la representación de «La montaña rusa», los espectadores que llenaban el patio de butacas prorrumpieron en una cerrada ovación que Arturo Fernández y Carmen del Valle recogían agradecidos desde el escenario. En estas, un clarinetista comenzó a entonar las notas del cumpleaños feliz y todo el público le acompañó con la voz. Su compañera sobre las tablas, Carmen del Valle, le entregó un ramo de flores, y al gran actor gijonés, sorprendido, agradecido y emocionado, no le salían las palabras. Su familia, sus compañeros actores, sus amigos de toda la vida de Asturias... todos querían homenajear a un hombre que nació el 21 de febrero de 1929, y que sigue en forma y subido a un escenario de la temporada teatral madrileña.

Arturo hacía gestos de agradecimiento, se llevaba la mano al pecho: «Gracias, muchas gracias... vaya sorpresa. Sabía que algo pasaba, habíamos terminado la función, el telón no bajaba... y yo me decía, ¿qué pasa aquí?». La ovación no acababa, duraba ya varios minutos, y al actor gijonés se le humedecieron los ojos, la emoción le pudo, y sin poder articular palabra y haciendo continuamente ostensiblemente gestos de su enorme agradecimiento, se retiró entre las bambalinas del teatro.

Allí estaba su familia, con su esposa Carmen a la cabeza, sus amigos del alma de Gijón y de toda Asturias, como el colaborador de LA NUEVA ESPAÑA Ladislao de Arriba, el presidente de Thyssen España, José Luis Álvarez Margaride, Manolo Díaz, de EMI España, el catedrático Álvaro Cuervo...

Sus compañeros de profesión también arroparon a Arturo Fernández en un día tan especial. Emotivo fue el abrazo en el que se fundió con otro grande de la escena española, Juan Luis Galiardo, quien repetía una y otra vez: «Eres el mejor, Arturo».

Igualmente emotivo fue el abrazo con Pedro Ruiz, el académico y periodista Luis María Ansón, el periodista Javier de Montini, el productor Enrique Cornejo, Valerio Lazarov o la condesa de Romanones. Todos ellos, tras abandonar el teatro, se fueron a un cercano local para seguir celebrando la efemérides. Y es que ochenta años no son nada...