"El Hormiguero", programa de Antena 3 que conduce con gran éxito de público desde hace años Pablo Motos, tuvo ayer uno de sus momentos estelares con su entrevista con Rozalén y otro con la llamada en directo que realizó el presentador a una casa de Gijón. No es que Pablo Motos supiera a dónde llamaba. Eso se lo desveló minutos después Lucía, la joven que cogió el teléfono y atendió a Motos cuando éste, dispuesto a entregarle 6.000 euros si le entraba al trapo, le hizo la pregunta clásica del juego "¿Sabe usted que es lo que quiero?". Para quien no tenga las claves del programa, la llamada se hace tras haber realizado una combinación aleatoria de números y el dinero lo obtiene quien coge el teléfono y a la citada pregunta responde con: "la tarjeta del Hormiguero".

El caso es que ayer a Motos le tocó sudar la gota gorda para hacerse creíble en la casa a la que llamó. La joven interlocutora, que suponía que estaba siendo víctima de una broma telefónica, se mostró todo lo cortante que pudo en un inicio, aunque sin llegar a interrumpir la comunicación, lo que puso en una situación aún más incómoda al presentador. La joven tardó varios minutos en darse cuenta de que el asunto iba en serio y que había una gran cantidad de dinero en juego. Tampoco ayudaba a deshacer el entuerto la incredulidad de la madre.

La conversación discurrió más o menos de esta guisa:

Pablo Motos: Hola, buenas noches. ¿Sabe usted qué es lo que quiero?

La concursante: No, usted sabrá.

La primera, en la frente.

Pablo Motos: Estamos en 'El Hormiguero'. Estamos con Rozalén.

Rozalén: Hola.

Pablo Motos: ¿Me crees o no me crees?

Concursante: No.

Con esa tensión siguieron unos minutos en los que la joven parecía que se había esfumado, pero la comunicación no se interrumpía. Por más que Pablo Motos intentaba dulcificar el momento no lo conseguía.

Pablo Motos: ¿Con quién hablo?

La concursante: No tengo nombre, soy anónima.

Y seguía la tensión.

La concursante: «¿Pero de dónde habéis sacado mi número?»

Y Pablo Motos venga a intentar explicarse. Al final se recondujo la situación al convencer a la chica para que pusiera la televisión, desde donde vería cómo la saludaban en directo.

Y entonces lo que se produjo fue un momento incómodo con la intervención de la madre que solo repetía: "¡Me va a dar algo!". Para entonces ya se había desvelado que la comunicante era Lucía y que "El Hormiguero había llamado a Gijón. Y, por supuesto, la chica contestó a la pregunta básica y se llevó los 6.000 euros en juego.

Al final hubo de todo: gritos, chillidos y mucha euforia que acabó pareciendo que el caos se imponía en el plató y en la casa de Gijón a la que habían llamado.

Y el remate fue igual de demencial.

Motos: ¿Quieres decirle algo a toda España ahora que estás saliendo en la tele?

Lucía: Sí, que me tengan envidia.