Momento agridulce para Julián Muñoz. Y es que a pesar de que podamos imaginar que el ex alcalde de Marbella está feliz por el estreno este viernes en Telecinco de su docuserie, 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad', el ex de Isabel Pantoja está completamente devastado por la grave enfermedad que padece su hija Elia.

Tal y como desveló 'Sálvame' hace unos días, la hija menor de Julián Muñoz y Mayte Zaldívar, de 40 años, está luchando contra un cáncer en una parte "muy delicada" y, aunque ha sido pillado a tiempo y el pronóstico es "bueno", sus padres están muy preocupados por Elia, que lleva una vida completamente alejada del foco mediático. "Ahora mismo necesito un milagro del cielo en mi vida. Todo lo demás no me importa nada. Es algo que me arrea el corazón, es algo que me pasa y es lo peor que me ha pasado en mi vida. Os pido que recéis por mí, que me envíen vuestras mejores energías para que me salga bien", confesaba totalmente destrozada la ex del político tras hacerse pública la fatal noticia.

Un duro golpe sobre el que Julián no se ha pronunciado por el momento. Será este viernes a las 22.00 horas cuando se estrene su esperada y polémica docuserie, 'No es la hora de la venganza, es la hora de la verdad', en la que desvelará los aspectos más desconocidos de la relación que mantuvo con Isabel Pantoja. En los adelantos que hemos podido ver por el momento, el ex de la tonadillera - "sincero, descarnado y sin tapujos" - revela que tuvo "adicción a Pantoja" y que esa "adicción acabó destruyéndome". Además, no ha dudado en asegurar que su noviazgo le salió "muy caro" y que el amor de la madre de Kiko Rivera por él se acabó "cuando se acabó el dinero". Tan solo un adelanto de una entrevista que dará mucho que hablar.

Al margen de su reaparición mediática por todo lo alto y destrozado por la enfermedad de su hija, Julián se refugia estos días en sus nietas. Intentando mantener la mente ocupada en estos delicados momentos, el ex de Isabel Pantoja ha enseñado a las más pequeñas de la familia a jugar al golf, presumiendo de su faceta de abuelo en sus imágenes más tiernas.