Jorge Javier Vázquez permanece todavía recluido y alejado de la primera línea de batalla profesional. El presentador del desaparecido Sálvame y rostro estrella de Telecinco sigue disfrutando de su particular exilio mediático. 

Por el momento y mientras llega su nueva aventura televisiva, el de Badalona sigue fiel a su columna semanal en su blog de la revista Lecturas, donde esta vez se ha despachado a gusto contra Pablo Motos después de que el presentador de El hormiguero dijese que el catalán no era un perfil apto para ser entrevistado en su programa.

Polémicas aparte, los seguidores del de Badalona ya cuentan los días para ver aparecer al conocido rostro de Telecinco por alguno de los icónicos realities de la cadena. Y es que todo apunta a que su próximo destino será Supervivientes. Un terreno más que conocido para él, ya que lleva poniéndose a los mandos del conocido programa desde 2011.

Vuelve a Telecinco

Jorge Javier Vázquez está, de nuevo, en la línea de salida. El catalán ultima el estreno de Supervivientes, en Telecinco. Será su vuelta a la televisión. Un retorno muy esperado que llega tras pasar una de sus peores etapas. Así lo asegura este lunes Pronto, que entrevista al comunicador tras estar alejado de la televisión muchos meses tras la cancelación de Cuentos chinos después de tan solo tres semanas en antena. 

Aquello, relata la publicación, fue un duro golpe para el presentador del que ahora hablar en sus páginas. En ellas admite una etapa dolorosa, pero ya superada.

"De lo que más he disfrutado ha sido de mirar viajes y poder coger billetes sin pensar que tenía que estar un día concreto en un plató. Esta libertad me ha encantado. En noviembre estuve casi un mes en Brasil, sobre todo en Río de Janeiro, que me fascinó", relata.

Es decir, que su terapia, además del tiempo libre, ha sido también poder estar cerca de su círculo más cercano.

Recientemente, ha revelado que se ha quedado sin camerino, algo que ve "lógico". "Antes de la pandemia yo no tenía camerino. Me cambiaba en la sastrería que hay enfrente del plató de Sálvame [...] Las cosas cambiaron con la pandemia. Por cuestiones de protocolo me asignaron uno y me dejaban la ropa preparada antes de que llegara. Mi camerino era el cuatro y tenía hasta mi nombre. El viernes, al subir las escaleras para dirigirme a él, C. me advirtió: 'no, no. No vayas al tuyo porque ya no es el tuyo'. Y me pareció lo más lógico del mundo", dice, sincero.

Además, revela que pisó, de nuevo, el plató de Sálvame. "Tras unos momentos de lógico desasosiego casi se me olvida recordar que pasé ahí catorce años de mi vida. Así es la televisión y así hay que aceptarla. El camerino fue mi camerino durante un tiempo pero no me pertenecía. Lo mismo que el plató. Este mes de marzo se cumplen veintiún años de mi llegada a Mediaset", escribe el catalán, para quien lo mejor de la visita fue el reencuentro con sus compañeros de cadena.