«Mad men» se ha convertido por méritos propios en una de las series llamadas a ocupar un lugar de honor en el Olimpo de la pequeña pantalla. Cada capítulo es una obra maestra de precisión, inteligencia y sagacidad, servido todo con una sobriedad y elegancia que para sí quisieran muchos títulos hechos para la gran pantalla. El cierre de la segunda temporada tiene, curiosamente, mucha actualidad en lo que a asuntos laborales se refiere, y deja al espectador con ganas de que llegue cuanto antes la tercera entrega de esta magistral serie.

«Mad men» se emite por Canal Plus