Gijón, Ángel CABRANES

Corría el 2 de julio de 1950 cuando toda España se aferraba a la radio para escuchar el partido de cuartos de final de la Copa del Mundo ante Inglaterra. Por entonces, Monchu Hevia era un niño que se acercaba a la puerta de una sidrería del barrio de El Llano para seguir cómo Matías Prats narraba que la Roja podía hacer historia y pasar por primera vez a semifinales. Un gol de Telmo Zarra, en el minuto 48, decidió un partido legendario que, hoy, en su 60.º aniversario, continúa vivo en Gijón.

Porque Hevia, a sus 74 años, colecciona recortes de prensa relacionados con hitos deportivos nacionales. Uno de los más preciados es el que exhibe en el restaurante Casa Baizán, donde la portada publicada por el diario «Marca» cuenta la hazaña española ante la «pérfida Albión», protegida en un gran cuadro. Ésta sirve ahora como estímulo para que mañana, con un nuevo triunfo ante Paraguay, se repita la mejor clasificación de la Roja en una cita mundialista.

«Estas cosas son tan guapas que hay que conservarlas», comenta Monchu Hevia mientras observa orgulloso la portada que relata el histórico partido de España en Maracaná. El papel ha sobrevivido al paso de los años protegido en un gran marco de cristal. «¡Inglaterra, vencida!», lee en el titular el gijonés, como si reviviera la ilusión española en el Mundial de Brasil 1950. «Fíjate si sería importante que hasta el Caudillo felicitó a los jugadores», añade ensimismado ante una gran foto del protagonista de la victoria: Telmo Zarra.

La pasión de Monchu Hevia por el fútbol le viene de su padre, Ramonín, jugador del Sporting en la década de los veinte. «De muy niño empecé a coleccionar ejemplares de periódicos y revistas. Todo lo que caía en mis manos», explica. Más tarde, cuando comenzó a trabajar como linotipista en el diario «Voluntad» y en LA NUEVA ESPAÑA, su afición fue a más. «Me solía fijar en el tipo de impresión que tenían otras empresas, a la vez que guardaba hechos tan importantes como el triunfo de Ocaña en el Tour de Francia en 1973 o cuando tres asturianos (Luis Enrique, Abelardo y Juanele) coincidieron en la selección española del Mundial de Estados Unidos, en 1994».

En un pequeño local muy próximo a su residencia, en el barrio de Cimavilla, conserva ejemplares de «La Codorniz», «Asturias Deportiva», «El Barrabás» e incluso un «TBO» de 1921. También pequeños libretos que acreditan los resultados del combinado nacional a lo largo de todas las citas mundialistas. «Suelo ir apuntando los marcadores sobre programas que se editan para la ocasión. En algún momento me han servido para salir victorioso de intensos debates futbolísticos», describe con humor.

Uno de ellos fue con motivo del Mundial de España, en 1982. «Recuerdo que en El Molinón, Alemania y Austria se jugaban el pase a la siguiente ronda en el último partido de la fase de grupos. Una victoria por la mínima de los teutones aseguraba la clasificación de ambos y dejaba fuera a Argelia, la otra selección en la pelea. Los alemanes ganaron 1-0, en un partido que estaba claramente amañado. Había quien me discutía que terminaron empatando, pero yo tengo pruebas para todo», subraya con media sonrisa.

Ahora, Hevia prepara el bolígrafo para apuntar el desenlace del encuentro ante Paraguay. Y es que su pragmatismo es el mismo que caracteriza su colección. Son tiempos en los que los éxitos de la Roja vuelven protagonizados por uno de la casa. «David Villa es un fuera de serie», afirma Monchu antes de recalcar que «ésta es la mejor Roja de todas las épocas». Quizá el Guaje, Mata y compañía serán los nuevos héroes de la extensa recopilación de este gijonés, cuya mayor reliquia continúa siendo aquel cabezazo de Zarra.

«La victoria en cuartos de final ante Inglaterra durante el Mundial del 50 fue tan importante que hasta Franco felicitó a los jugadores»

Monchu Hevia Entrialgo

Nació hace 74 años en el barrio gijonés de El Llano. Hijo de Ramonín, ex jugador del Sporting durante la década de los veinte, desde niño comenzó a coleccionar recortes de prensa relacionados con eventos deportivos. Linotipista de los diarios «Voluntad» y LA NUEVA ESPAÑA, tras su jubilación continúa aumentando su extensa recopilación en su residencia del barrio de Cimavilla.

Lo que dice

«David Villa es un fuera de serie. Estoy seguro de que va a marcar también un gol contra Paraguay. Con uno de los suyos sería suficiente. Yo pienso seguir el partido desde un bar en Cimavilla, frente a San Pedro. Ésta es sin duda la mejor selección española de todas las épocas, la mejor Roja de la historia».