El Asturcón (Llanera),

María José IGLESIAS

Las jóvenes promesas de la hípica española recalaron desde el jueves en el Centro Ecuestre el Asturcón para disputar Campeonato de España de juveniles, juveniles de una estrella y de jóvenes jinetes, que se prolongó hasta el domingo.

En el Asturcón no se veían pamelas ni taconazos, pero sí muchos bolsos Never-Full de Louis Vuitton, pantalones de montar, blancos o negros y botas, muchas botas. Todo aderezado con polo de marca. Los perros, siempre asociados a los caballos, debe de ser por aquello de la caza del zorro, se lo pasaron en grande estos días por las instalaciones del centro, donde las quinceañeras se pasearon en bicicleta y los adultos que acompañaban a los participantes aprovecharon los descansos para hacer tertulia.

Evidentemente, en las conversaciones el caballo era el tema estrella. Bajo la capa de frivolidad y diversión que acompañó a las pruebas hípicas de salto -es parte de la estética- latía un deporte que requiere una alta inversión por parte de los jinetes, muchas horas de entrenamiento y ese componente de riesgo que surge cuando los équidos entran en juego.

Tras varias temporadas disputándose en la localidad gaditana de Vejer de la Frontera, las pruebas nacionales de juveniles han llegado a Asturias, tras ser solicitadas durante varios años por CHADO, la asociación que gestiona la competición. La respuesta por parte de los jinetes ha sido grande. Una de las notas más positivas de la competición fue el alto número de participantes. Los hubo de toda España: Madrid, Galicia y Andalucía son las comunidades que aportan más participantes. Asturias también. Paz Arias y Francisco García, comisarios de la prueba, refrendan que la región es una auténtica potencia hípica en España. Marcel Domínguez, que antes de profesor fue jinete, mantiene esas las afirmaciones, pero sin perder de vista a sus discípulos. Una de ellas era Nilay Gigginer, de padre turco y madre española, una entusiasta de los caballos que lucha por ganar.

A triunfar venía el madrileño José María Soler, con 17 años y toda la pista por delante. Tenía todo al alcance para ganar, pero su caballo, «Querro de Ganix», enfermó en el trayecto y a se conformaba con ver la prueba desde las gradas. Soler y sus amigos comían tranquilamente un bocadillo en uno de los prados del centro hípico. «Es que aquí se puede estar, no como en Cádiz, que siempre hacía un calor horrible», explicaban. Natalia Escario, otra madrileña, del club de El Espinar, comentaba que este año se irá a Alemania para perfeccionar el estilo.

El torneo concluyó con la prueba por equipos de juveniles, en la que tomaron parte tanto los juveniles como los juveniles de una estrella, y la final individual de jóvenes jinetes. Hubo presencia de jinetes asturianos en las tres categorías, aunque se apostaba, antes de comenzar, por la categoría de juveniles de una estrella, en la que hay más opciones de medalla.

Marta Fernández Fernández, del Club Hípico Astur de Gijón, y Nilay Gigginer venían de copar los dos primeros puestos en el Campeonato de Asturias de juveniles y ya estuvieron en el podio del Nacional en 2009. Gigginer fue oro, mientras que Marta Fernández se hizo con el bronce. La participación asturiana en esta categoría la completaron Ignacio Díaz-Caneja, bronce esta temporada en el Campeonato de Asturias, y Noelia Fernández Alonso. En jóvenes jinetes estaba Teresa Aria, de Pola de Siero, que formó parte en varias ocasiones del equipo español y viene de ser plata en el Campeonato de Asturias de Adultos, y Pablo Noval y Saúl Portos, que completaron la expedición asturiana en esta categoría.

Gonzalo Menéndez Menéndez, Carlos Muñiz González, Lucía Sepúlveda, Victoria Álvarez Rodríguez, María Luisa Sánchez Argüelles, Carlota Salmerón, Úrsula López Álvarez y Jaime Silvela eran los jinetes asturianos previstos para tomar parte en la categoría de juveniles.